Crónica: Nahuel Escalada / Fotos: Cristian Estaurino

Cuenta la leyenda que en el año 2014, una productora argentina interesada en traer a los Sabaton a nuestro país, recibió un No como respuesta debido a las constantes amenazas –de todo tipo- por parte de los fanáticos hacia la banda por al tema “Back in Control” (canción que habla sobre la guerra de Malvinas desde la óptica de un soldado ingles). Tuvieron que pasar dos años para que finalmente sucediera el primer desembarco a nuestras tierras y la espera valió la pena.

Debo confesar que no soy devoto a la música de Sabaton. He escuchado cada disco de su discografía, pero aún así hay algo que no me compra del todo. Quizás sea porque mis días dentro del Power Metal quedaron atrás o, simplemente, mi capricho musical hace de las suyas. Pero la llegada de una banda por primera vez a nuestro país, nunca suena mal. Tras haber llegado al Teatro Vorterix minutos pasados las 19hs, la gente de Twilight pisaba el escenario quienes además de arengar al público presente, se dieron el gusto de mostrarnos uno de sus temas nuevos, que pertenecerá a su esperado nuevo álbum. Así pasaron “Nowhere to hide” y el medley final compuesto por varios clásicos del heavy metal (Walk, Enter Sandman, Back in Black y Symphony of Destruction). A pesar del horario, el auditorio del ex teatro Colegiales se encontraba a medio llenar, a expectativa del acto principal. Minutos pasados las 20hs, Ariadna Project se hizo con las tablas del Vorterix y fue una buena ocasión para presentar su nuevo disco “Novus Mundus” y así sonaron “Desata el fuego” y “Corriendo libre”, ambos del reciente disco de estudio. Finalmente, los muchachos se despidieron entonando el clásico “Y las sombras quedaran atrás” tras haber regalado un par de remeras a la audiencia.

Ya con un teatro repleto y sin tanto preámbulo, los Sabaton se apoderaron del escenario a las 21 hs puntual. Y todo estalló. Cantos, coreos, pogos y demás euforia argentina fue la respuesta ante la banda que tanto se hizo esperar. Es sabido lo enérgico que suele ser el público power metalero local y por supuesto, los Sabaton no estaban enterados porque en toda la noche se quedaron con la boca abierta, intentado entender tanta energía. Luego del comienzo con “Ghost Division”, pegado nomas sonaron el imponente “Sparta” y “Blood of Bonnockburn”, ambos del reciente “The Last Stand” (2016). Si bien el sonido no fue el mejor, fue suficiente para disfrutar de poderosas composiciones. “Son el público más ruidoso del mundo”, sentenció el vocalista Joakim Brodén con una sonrisa de oreja a oreja y el público respondió con más euforia. Luego de presentar al nuevo violero Tommy ReinXeed –que fue una de las figuras de la noche gracias a su carisma-, los temas siguieron sonando y así pasaron “Carolus Rex”, “40:1”, “The Lost Batallion” y “Far From the Fame”, todos coreados por el público local. Hace mucho que no presenciaba una banda que entre tema y tema se quede observando al público, admirando la efervescencia que solemos dar. Porque créanme cuando les digo que así fue. Luego de un pequeño duelo de guitarras entre Joakim y el otro violero Chris Rorland para ver quien tocaba mejor algunos himnos del metal, “Resist and Bite”, “To Hell and Back” y “The Lion from the North” sonaron sin piedad.

El final se aproximaba cada vez más y “Night Witches” junto a “Primo Victoria” fueron los encargados de cerrar una noche espectacular. “Hace 17 años que venimos tocando en muchos países, hicimos miles de conciertos en todos los continentes y nunca para el mejor público del mundo. Ustedes son los mejores”, fueron las palabras finales del frontman que luego de ver a un fan vestido igual a él, le obsequio sus características gafas. “Les prometo que no van a pasar 17 años para que volvamos”, dijo Joakim y espero que así sea porque acá hay un público que se quedó con muchas ganas de más.
 
 
 
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