Leandro Ramogida, guitarrista de Arraigo se tomó un tiempo para contestarnos unas preguntas, en una interesante entrevista donde se enfatizaron conceptos sobre su música y su compromiso como artistas.

Ahora que pasó un tiempo de la salida de “NosotrosAcáYAhora” ¿Cómo se sienten con el disco ya habiéndolo presentado al público en sus shows?

“Nosotros…” es un disco muy emocional por donde se lo mire. Todo lo que puede escucharse en él llevó tiempo. Pero más que tiempo, cada cosa nos empujó a ir un poco más allá a todo nivel, un poco por ser consecuentes y autocríticos, otro poco por estar comprometidos en un camino en el que no nos es posible dar un paso atrás. También es producto del reencuentro personal de cada uno de nosotros con aquello que nos puso en movimiento, resignificado por los años y las vivencias.

“Nosotros…” es un disco que recién está dando sus primeros pasos independientemente de que ya haya sido presentado. Las repercusiones son muy buenas y el público que nos sigue lo ha recibido de la mejor manera. Somos conscientes de que propone un desafío auditivo para muchos y no solo respecto al género, sino también respecto a nuestro propio material. Arraigo es una banda, un concepto, un lugar, un camino, una vivencia, y también una forma de hacer las cosas, de ahí su polimorfismo.

Entre este nuevo disco y el anterior (“Fronteras y Horizontes”) pasaron varios años. ¿Es difícil el proceso de composición en Arraigo, teniendo en cuenta que su propuesta se nutre de estilos musicales muy diversos?

Más allá del tiempo de composición de los temas, entre “Fronteras…” y “Nosotros…” hubo un sisma interno muy grande a partir del cual hubo que reconfigurar el tablero nuevamente. En todo nuevo inicio el problema más grande es volver a aceitarse, reformular la forma de trabajar, respecto a muchas cosas también darle varias vueltas de tuerca a muchas cosas, pero por sobre todo, poder generar una química que nos lleve al encuentro. Frente a estas cuestiones, no fueron la producción y la grabación del disco en sí lo que llevó más tiempo, sino el reinventarnos.

Hace poco se presentaron junto a Helker y Jerikó ¿Cómo fue compartir una fecha con bandas de un estilo más tradicional de Heavy Metal?

Siempre es interesante presentarnos en fechas de este estilo. Con los chicos de Helker nos conocemos hace mucho, una gran banda con la que hemos ido juntos a Cosquín hace algunos años y hemos compartido escenario en varias ocasiones. Siempre nos relacionamos desde el respeto mutuo y con una energía excelente. Con Jerikó fue nuestra primera experiencia, seguramente no será la última. Es una banda que respetamos mucho por la trayectoria y la vigencia. Nuestro desafío más grande en este tipo de festival siempre es para con el público que no nos conoce. Presentarnos tocando géneros inverosímiles y hasta diría poco probables, en muchos casos nos coloca por fuera de esta bendita parcela artística a la que pertenecemos, pero creemos que ampliar la perspectiva no solo es una responsabilidad frente a la que nos plantamos sino que la tomamos como punto de partida desde el inicio.

Muchas de sus letras están cargadas de un contenido sociocultural, étnico, histórico, literario (mencionando a Walsh y a Jauretche) y, quizás de manera más implícita, también político ¿Cómo impacta en ustedes la situación actual en el país y en el mundo a la hora de componer?

Ciertamente la coyuntura actual no es la misma que enmarcó la salida de “Fronteras…”. En aquel entonces el interlocutor era otro y la intención de apertura iba en línea con cuestiones conceptuales diferentes. “Fronteras…” nos sirvió para repensar el folk metal como algo que podía ser propio; que de la repetición a la creación solo había una decisión de distancia. Obviamente, nunca negamos la apuesta. La hicimos y la haríamos con gusto nuevamente.

Para “Nosotros…” los sentimientos desde los que partimos para plasmar nuestras canciones fue muy diferente. “Fronteras…” fue parte de un entramado y una base conceptual en la que hicimos pie. “Nosotros…” va por un camino decididamente contracultural.

Enlazada con la pregunta anterior, también hoy se ve que un sector de la sociedad se muestra más interesado por participar en cuestiones políticas y otro sector que se muestra más desinteresado, y desde allí surgen puntos de vistas encontrados ¿Piensan que estas posturas del tipo “no hay que politizar todo” pueden hacer que no se acerque la gente a la propuesta de Arraigo?

Arraigo es una invitación a romper con la inercia y con los automatismos mentales. No consideramos ser dueños de ninguna verdad, sobre todo porque la verdad no es un corpus del que algunos son dueños y otros no, nos gusta pensarla como una construcción conjunta. Desde un punto de vista social sincrónico, no existe quien pueda quedar por fuera de esa verdad. Por eso mismo hay que poder tener en cuenta el eje diacrónico a la hora de tomar decisiones.

Haber decidido poner un acento allí, dentro de muchas otras lecturas que podemos realizar y que Arraigo sugiere, tiene que ver con haber querido asumirnos parte responsable, como todo actor social, y con tener claras las potencialidades del arte para producir sentido. Por otro lado, creer que no se toma partido y que hay posibilidad de pararse por fuera de las decisiones políticas, no solo es tomar una posición política, sino que se trata de una ingenuidad que participa, aunque no lo sepa, y a pesar de sí misma. Frente a esta coyuntura, siempre consideraremos mejor decir y emitir pensamientos y reflexiones que querer autoconvencernos de la existencia de algún páramo fuera de este mundo.