Crónica: Max Garcia Luna / Fotos: Cristian Estaurino

Dave Mustaine y compañía volvieron a jugar de local en nuestro país con un show demoledor en el Estadio Luna Park.

En el marco de su gira “Dystopia World Tour 2016”, Megadeth realizó la primera de sus dos presentaciones en Buenos Aires, ante un estadio colmado y con una puesta escenográfica a tono con el concepto apocalíptico de su última producción discográfica; la banda comandada por Dave Mustaine volvió a jugar de local durante poco más de dos horas, a través de 18 canciones donde además de “Dystopia”, repasaron clásicos de sus 33 años de trayectoria.

El Luna Park brinda un espacio ideal para escuchar al combo que se presentaba renovado, el brasileño Kiko Loureiro (ex Angra) impresionó y demostró sin dudas que es un miembro digno del grupo, tiene un carisma único y brilla en las seis cuerdas, Dirk Verbeuren (ex Soilwork), en remplazo de Chris Adler en la batería es una bestia y hace un tándem ideal con Dave Ellefson, quien parece tener una energía inagotable, y el colorado… es el colorado!. Hizo cede en Argentina y lo sabe, un pibe joven lo ve, levanta los brazos y grita al cielo “gracias dios”, dos de la vieja escuela se abrazan, y todo el lugar se une al grito de Megadeth! Megadeth!, Dave dice que no volverá por un largo tiempo pero que no se va olvidar de esto y yo le creo.

Tal vez haya sido una de las actuaciones mas contundentes del grupo en nuestro país, desde el inicio con “Hangar 18”, hasta el final con su himno “Symphony of Destruction”, los clásicos “Peace Sells”, donde hace su aparición la mascota del grupo Vic Rattlehead y el cierre con “Holy Wars… The Punishment Due”. El setlist fue demoledor y no dio respiro, no falto nada, los viejos, los nuevos… los inoxidables. El sonido fue impecable y la formación revitalizada, brindó una ejecución fantástica junto a un público que no dejo de arengar durante todo el show.
 
 
 
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