Crónica: Nicolas Cardinale / Fotos: Maru Debiassi

Con energía e intensidad, uno de los conjuntos más importantes de la escena nacional sacudió las paredes de un recinto colmado de fanáticos con altas expectativas.

Si bien el retorno a los escenarios de Renacer había sido el 23 de septiembre de 2017, previo a la actuación de los españoles de Avalanch, su recital del pasado 10 de marzo en The Roxy se la puede considerar como su verdadera vuelta al ruedo. Porque esta vez tuvieron todo el tiempo del mundo para sacar a relucir su potencial, con el motivo de presentar su último disco, “Del Silencio a la Tempestad”. Durante casi dos horas, la banda liderada por Christian Bertoncelli sonó fuerte e hizo delirar a su audiencia con un repaso completo de la nueva placa, sin dejar de lado las viejas joyas.

Aunque el acceso a la estancia de Niceto Vega 5542 estuvo permitido a partir de las 18:45, el mismo no se llenó sino hasta casi las 21, luego de que Instinto, Fantasmal y Hyedrah hayan pasado por el entarimado . Ya con un público desbordante, las luces se apagaron y se abrió el telón por última vez. Con todos los integrantes del conjunto ya en el entablado, cada uno en su puesto, Bertoncelli les dio la bienvenida a todos, Renacer puso primera y arrancó la noche con “Cultura del Odio”, tema que también abre su más reciente producción. Desde el vamos se notaron problemas con la guitarra de Juan Manuel Ocampo, la cual sonaba a un volumen bajo e incluso llegó a pasar completamente desapercibida, pero con el correr del setlist fueron solucionados. Tras la ejecución de “Espíritu Inmortal” y “Arder, Amar, Odiar”, se sucedió una seguidilla de canciones del nuevo álbum, como el corte “Ídolos de Cartón”, “Adicto a la Gloria”, “La Sangre no es Agua”, “Voces en el Viento”, “Leyenda del Rock” y el title track, solo interrumpidos entre estas últimas dos por “Tiempo al Tiempo”. Luego llegó el momento del primer medley del concierto, en el que se incluyeron extractos de “Espíritus Guardianes”, “Sangre en mi Tierra” y “Sueños Perdidos”. A partir de este momento la voz de Bertoncelli empezó a quedar opacada por el resto de los instrumentos en ciertos instantes de cada pieza, cosa que perduró hasta el fin de la presentación. El repaso del flamante registro concluyó con “Renacerás” (con Gabriel Wright en el teclado), “Morir para Nacer”, “El Presente es la Verdad”  (con Wright en su posición y Leandro Bordicelli tomando el lugar de Lukas Russo en la batería), “Sed de Libertad” (aún con Bordicelli en cancha) y “Corazón Salvaje”. Pero la fiesta no acabó en ese instante, porque hubo lugar para un segundo medley, compuesto de “Entre la Gloria y la Traición”, “Guerrero Inmortal”, “Cenizas del Alma” y “Senderos del Tiempo”. Para ponerle punto y final a la velada, la banda interpretó una celebrada y pogueada “Nueva Sangre”, extendida para poder presentar a sus miembros.

Más allá de los problemas técnicos, Renacer se mostró sólida sobre las tablas, con un Russo imponente con los palillos y un Guillermo Tebes excelente en el bajo, mientras que Diego De Paolo cumplió de forma magistral su labor en las seis cuerdas. Así, la agrupación dejó más que claro que no es una reunión, sino un retorno full time y que perdurará por un buen tiempo.
 
 
 
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