Cuando V8 desapareció, sus miembros se dispersaron y dieron vida a nuevas agrupaciones. Hermética, Logos, Horcas y Rata Blanca son algunas de ellas, que le deben las gracias a la banda del motor de ocho cilindros. La primera de ellas fue la que popularizó y revitalizó el heavy metal en Argentina a finales de la década del 80 y principios de los 90. La última consolidó el género y permitió que traspasara las fronteras de nuestro territorio e incluso del continente. Esto último se debe, principalmente, a la salida del disco “Magos, Espadas y Rosas” de 1990.
El álbum fue el primero que contó en las voces con Adrián Barilari y con Hugo Bistolfi como tecladista, siendo también el debut en estudio para este instrumento. Estas dos adiciones, además de una gran performance del entonces sexteto, permitieron lograr uno de los registros más importantes no solo del metal nacional, sino también de la música popular argentina, que dejó temas inmortales como “La Leyenda del Hada y el Mago”, “El Beso de la Bruja” y “Mujer Amante”.
Hablando justamente de este último, su introducción con fuerte énfasis en los teclados hace que sea reconocido inmediatamente por cualquier persona, sea o no conocedora de la banda o, valga la redundancia, amante del género. Públicos de diferentes partes del mundo, incluyendo países angloparlantes, dan crédito de haber escuchado alguna vez este tema, que pudo nunca haber existido.
La situación se remonta a 1989, cuando el recién ingresado Barilari le planteó al líder y guitarrista Walter Giardino la posibilidad de componer, a lo que accedió prácticamente de forma inmediata. Así fue como el vocalista recibió una canción aún sin letra de ritmo rápido y bastante pesada, a la que le puso las icónicas líricas. Al principio la pieza se llamaría “Estrella Fugaz”, sin embargo Giardino tuvo otros planes.
La letra que compuso el cantante fue trasladada a otro tema que tampoco tenía palabras y que era más tranquila, mientras que la otra canción terminó convirtiéndose en “Haz Tu Jugada”. La nueva pieza finalmente sería “Mujer Amante”, pero el grupo había decidido tocarla solamente en ensayos y no incluirla en el disco, porque se trataba de una balada y desentonaba con el resto de los tracks.
A pesar de esto y debido a que la duración del álbum era de 40 minutos (al grabar en vinilo necesitaban que sea de 45), dieron marcha atrás y el ahora clásico del grupo entró en “Magos, Espadas y Rosas”. La resistencia de Rata Blanca fue tal hacia ese tema que le negó a la discográfica que fuera corte de difusión. Ese lugar sería ocupado por “La Leyenda del Hada y el Mago” (lado A) y “Días Duros” (lado B).
Lo que vino después es historia conocida, pero impensado por la banda. Barilari reconoció que, cuando empezaron a tocarlo en vivo, debían dejarlo para el final de los shows porque, si la gente lo escuchaba a la mitad del mismo, se retiraba. Giardino afirmó que nunca se había imaginado que podría tener tanta repercusión y llegada como la que tuvo y llegara a lugares impensados. También admitió que les molestaba que sean identificados siempre con esa canción porque no coincidía con el resto del repertorio del grupo, pero que aprendieron a reconocer el éxito que tuvo.
Tan importante fue esta canción para la cultura metalera hispanohablante que ha sido reversionada por diferentes grupos, como Mägo de Oz y Alianza (antiguo grupo de Barilari y Bistolfi post partida de Rata Blanca en 1994). Además, recibió grandes reconocimientos por parte de publicaciones especializadas: En 2002 y 2007, Rolling Stone y Rock.com.ar respectivamente ubicaron al tema en las posiciones 74 y 57 de sus listas de las 100 mejores canciones del rock argentino. Es increíble pensar que semejante legado pudo ni siquiera haber nacido.
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