El niño estaba absorto con la idea de la muerte. Su hermano mayor había fallecido hace muy poco y Chuck trataba de encontrarle un sentido a todo eso. Se aislaba con la guitarra clásica que sus padres le compraron pero enseguida volvía a su hermano. Un tiempo más tarde, el pequeño Chuck fue obsequiado con una guitarra eléctrica que no largó jamás. Paradójicamente, algunos años después fundó una de las bandas más transgresoras del metal y, como una burla del universo o no, la tituló Death.

Juntos como uno

Charles Michael ”Chuck” Schuldiner nació el 13 de mayo de 1967 en Nueva York, Estados Unidos. Criado en una familia junto a dos hermanos, tuvo que lidiar con el concepto de la muerte desde sus 9 años cuando perdió a su hermano de 16 en un accidente automovilístico. Este evento sería un quiebre para Chuck, que descubrió su amor por la música para evadir los malos recuerdos.

Consideró a la música como una obsesión en su vida temprana y se nutrió de diversos estilos que le empezaron a marcar el rumbo. Más allá del heavy metal inglés como principal influencia, Chuck tenía un gran respeto por el jazz, género que luego introduciría en su carrera como músico.

El Chuck adolescente era buen estudiante, pero debido a su temprana pasión por la música, abandonó la escuela para meterse de lleno en los ensayos. Cuando entró a la adultez, y más allá del éxito logrado, lamentó la decisión de abandonar los estudios de manera prematura.

Voz del alma

A sus 16 años formó Death y, de a poco, comenzó a transitar el camino que años más tarde le daría prestigio en la escena. En primer lugar, la banda se llamó Mantas pero luego decidió cambiar por Death como muestra explícita de lo más extremo del género.

Voces podridas, sonido encrudecido y mucha técnica fueron las principales características del grupo. Los primeros dos álbumes mantuvieron esta tónica, aunque el conjunto liderado por uno de los pioneros del death metal evolucionaba disco a disco en un lapso muy corto de tiempo. De todas maneras, nunca se jactó de abrir un estilo dentro del metal: ”En mi opinión, Venom fue el primero en tener esos estilos vocales brutales, afinados en voz baja, esa brutal agresión inicial”.

El gran salto compositivo sucedió en 1991 con la cuarta placa de estudio, ”Human”. Si bien con el título anterior ”Spiritual Healings” habían empezado a coquetear con otros géneros, es aquí cuando la banda de Schuldiner empezó a jugar con otros géneros de forma deliberada. El jazz abunda en todo el disco, con algunas intros que le escapaban a lo que se suponía que un álbum de death metal tenía que hacer.

La búsqueda de la perfección y su carácter inquieto hicieron que nunca pueda consolidar una formación fija dentro de su grupo, razón por la que más de veinte miembros han pasado por la agrupación. Si bien siempre tuvo el formato de ”banda”, estaba claro que Death era el juguete de una sola persona: Chuck Schuldiner. Todo el recorrido creativo que tomaron desde los inicios hasta la última placa ”The Sound Of Perseverance”, es iniciativa de Chuck y nada más que de él.

Destino

De todos modos, dejaba lugar para otros proyectos musicales por fuera de Death. Control Denied fue la otra banda en la que incursionó en 1999, de un estilo menos death metal y más metal progresivo. Otro detalle que alimenta su estadía en Control Denied (conjunto con el que sacó un disco) es la presencia del vocalista Tim Aymar. En cierta ocasión opinó sobre esta decisión: ”Es reconfortante saber que ya no tengo la necesidad de arruinar tan bellas melodías con mi voz”.

En ese mismo 1999, se le diagnosticó un tumor en la cabeza. Y aquí comenzó un período de lucha que no solo involucró a Chuck, sino también a gran parte de la escena en general. Al año siguiente, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para extirpar el tumor en una operación muy costosa. Aquí es cuando parte de la crew del metal tomó trascendencia para recaudar fondos para su tratamiento con festivales y conciertos a beneficio.

Finalmente, para 2001 el cáncer estaba de regreso y una posible nueva cirugía era cada vez más lejana por el riesgo que implicaba y por la falta de fondos de su círculo íntimo. El 13 de diciembre de ese mismo año contrajo una neumonía que, debido a sus bajas defensas, no pudo soportar. Falleció con solo 34 años, pero el legado de haber sido el gran padre del death metal, durará por siempre.