Muchos se habrán preguntado qué habrá pasado por la cabeza de Steve Harris a la hora de elegir al reemplazante de Bruce Dickinson como frontman de Iron Maiden. Lo cierto es que cuando una banda tan consagrada tiene que suplantar al integrante que más identidad le da a su escuadra, tiene tres posibles caminos: reemplazarlo con otro peso pesado de la escena, como hiciera Black Sabbath entre Ozzy y Dio; buscar un imitador, como hiciera Judas Priest con Owens y Halford; o tomar un rumbo diferente y amoldar la música a la nueva figura entrante. Podríamos decir que este último fue el camino que tomó Maiden al incorporar a Bayley Alexander Cooke de los desconocidos Wolfsbane, abriendo una grieta enorme entre sus fanáticos. Es cierto que el tiempo ha hecho que tanto “The X Factor” (1995) como “Virtual XI” (1998) maduraran para bien entre los seguidores, sin embargo, la carrera del barítono vocalista fuera de la doncella continuó con canciones mejor adaptadas para su rango vocal, logrando trabajos más que destacables. En un intento de redimir al tan cuestionado ex-vocalista de Iron Maiden, en esta nueva edición de indispensables te traemos cinco grandes momentos en la discografía solista de Blaze Bayley.

1. The Brave

Blaze Bayley fue despedido de Iron Maiden en diciembre de 1998, pero lejos estuvo de quedarse ahogando las penas. El vocalista ya contaba con los pergaminos de haber pertenecido a una de las agrupaciones más grandes de la historia por más cuestionado que haya sido su período en la misma e instantáneamente se rodeó de músicos a la altura para comenzar a trabajar en su aventura en solitario. Casi al mismo tiempo que Iron Maiden lanzaba “Brave New World”, el primer disco desde la vuelta de Dickinson y Smith a la banda, BLAZE, como el vocalista llamó a su banda, lanzaba “Silicon Messiah”, considerado por muchos como su trabajo más logrado fuera de “la doncella de hierro”. Evidentemente muchas de las ideas que tenía con Maiden y que habían quedado fuera de registro fueron plasmadas aquí, y uno de los cortes más evidentes es “The Brave” con un lejano aire de reminiscencia a canciones directas como “Futureal” o “Man on the Edge”, el cual se convirtió en un clásico instantáneo. La letra registra la recompensa al final de un camino de lucha, el seguir adelante ante las adversidades y la superación de los miedos. Temas muy recurrentes a lo largo de la discografía del patilludo vocalista.

2. Blood and Belief

Tras la edición de su segundo álbum “Tenth Dimension” (2002), disco que le permitió salir de gira y grabar su primer en vivo titulado “As Live as it Gets” (2003), la banda sufrió modificaciones en su alineación. Con nuevo bajista y baterista en las filas, en 2004, BLAZE lanzó “Blood and Belief”, su tercer disco en estudio que comenzaba a marcar un rumbo hacia canciones más oscuras, atmosféricas y progresivas, cosa que se iría acentuando cada vez más en los siguientes lanzamientos. También las letras de las composiciones comenzaban a coquetear con tópicos oscuros como la depresión y la desesperanza. Entre el puñado de canciones de este registro, se destaca el tema que da nombre a la placa, con un comienzo sombrío que luego se rompe en versos rápidos y con un estribillo imborrable. Según Blaze, las letras de este disco son muy personales, pero en un análisis rápido podemos decir que romantiza la envidia que siente la gente cuando una persona está teniendo éxito en algo y como estos tratan de hacerlo caer utilizando métodos poco éticos.

3. Samurai

Muchos problemas financieros hicieron que el ex-vocalista de Iron Maiden tuviese que sustituir por completo el line-up de su banda que se había convertido en una puerta giratoria de miembros (Entre los más destacados podemos mencionar a Dani Löble, actual baterista de Helloween) y cuando por fin encontró estabilidad en la alineación, decidió cambiar el nombre de la agrupación de BLAZE a simplemente Blaze Bayley. Si bien este cambio denota un totalitarismo en las decisiones por parte del vocalista, la realidad fue más bien todo lo contrario. “The Man Who Would Not Die” (2008) tuvo mucha influencia de sus compañeros de banda, especialmente del dúo de guitarras protagonizado por los hermanos colombianos Nicolás y David Bermúdez quienes compusieron la mayor parte de la música. “Samurai” es una de las canciones que sobreviven al paso del tiempo en uno de los registros más destacados de la carrera de Blaze.

4. Watching the Night Sky

Dos meses después de la salida de “The Man Who Would Not Die”, Bayley se enfrentó a uno de los momentos más críticos de su vida al fallecer su esposa y manager Debbie Hatlands, a quien dedicó la canción “While You Were Gone” durante la gira de presentación del disco. El estrés, la depresión, los problemas financieros y la planificación de las constantes giras hicieron mella en la música de la Blaze Bayley Band, llevándolo a componer su álbum más oscuro hasta la fecha, pero no por ello menos satisfactorio. “Promise & Terror” (2010) fue recibido con aplausos tanto por la crítica especializada como por los fans, siendo su disco más vendido hasta el día de hoy. La placa tiene dos mitades bien marcadas; la primera con canciones directas y mensajes positivos, y una segunda más melancólica y oscura conectadas por la temática de la pérdida, el dolor, la pena y la aceptación. La gira de presentación del álbum lo trajo por primera vez a la Argentina, donde había dado su último show con Iron Maiden 12 años atrás. El opening “Watching the Night Sky”, dedicado a la fallecida esposa de Blaze, es uno de los momentos más destacados de una placa brillante.

5. Redeemer

Lamentablemente hubo un momento en el que Blaze Bayley no pudo sostener más la alineación que tan fructífera había demostrado ser debido a problemas financieros. El vocalista desarmó la banda y se dedicó a tocar con músicos sesionistas. En 2012 sacó un apático e insulso disco titulado “The King of Metal”, seguido de una innumerable cantidad de bootlegs oficiales intentando recaudar dinero para pagar sus cuentas. La crísis emocional y financiera hicieron que incluso llegara a vender un disco de oro que había conseguido con Iron Maiden. Por suerte las cosas cambiaron para Blaze cuando en 2015 cruzó camino con Chris Appelton (hermano de Luke Appleton de Iced Earth) de la banda Absolva y juntos iniciaron una ambiciosa aventura titulada “Infinite Entanglement”, una trilogía de discos conceptuales sobre una historia de ciencia ficción que tiene a un tal William Black como protagonista y que, supuestamente, vendría acompañada de un libro con la historia y un videojuego que todavía no han sido publicados. Muchas son las canciones destacadas de esta recomendadísima tríada de discos (“Infinite Entanglement” (2016), “Endure & Survive” (2017) y “The Redemption of William Black” (2018)). El opening “Redeemer” es tan solo una de ellas.