El Power Metal siempre ha sido un género resistido en los Estados Unidos. En parte, porque el sonido europeo no tuvo la aceptación de los medios para dar rodaje a ciertas canciones cuando el subgénero vivía sus años dorados, prefiriendo abocarse a las tendencias nacionales de ese momento como el Nu Metal, el Thrash, el Hardcore y el Grunge. Contra viento y marea, en el estado de Florida, un joven llamado Jon Ryan Schaffer recurría a una alternativa interesante combinando las melodías vocales y estribillos adictivos del Power Metal, con la furia electrizante y los riffs trituradores del Thrash y el Heavy Metal clásico, logrando una amalgama bastante singular. El proyecto se llamó The Rose, luego Purgatory, y finalmente Iced Earth, quienes con trece álbumes de larga duración bajo el brazo, y a pesar de no haber repetido la misma alineación en ninguno de ellos, se han llegado a posicionar como uno de los exponentes de la vertiente powermetalera americana paseando por una multitud de estilos y con un gran puñado de trabajos conceptuales. En esta nueva edición de indispensables, te dejamos cinco inviernos glaciales en la historia de la “tierra congelada”.

1. Angel’s Holocaust


Tras lograr un contrato con Century Media Records luego del lanzamiento de algunas cintas demo, Iced Earth tuvo un comienzo turbulento lanzando tres álbumes con tres vocalistas diferentes. Los constantes cambios de alineación en la banda serían un factor habitual a lo largo de su historia. Sin embargo, los de Tampa comenzaron a forjar una identidad a través de su música que fue progresivamente subiendo de nivel en cuanto a lo pesado con “Burnt Offerings” (1995) como su punto culminante. Entre este último y el debut autotitulado, se encuentra el disco conceptual “Night of the Stormrider” (1991) que resume muy bien el génesis de la agrupación y donde se comienzan a ver algunos destellos de aires épicos que se agigantarían con el correr del tiempo. “Angel’s Holocaust” comienza la historia de Stormrider, que trata sobre un hombre que es traicionado por la religión y se aleja de ella. La letra describe al Stormrider comenzando a rechazar las mentiras religiosas.

2. The Hunter


Matt Barlow se afianzaría entonces como la voz de Iced Earth y junto con Jon Schaffer emprenderían la composición de un nuevo lanzamiento el cual titularían “The Dark Saga” (1996). Como contramedida a lo logrado en “Burnt Offerings”, la nueva placa presentó un sonido mucho más suave en comparación: la atención se centró menos en la tecnicidad musical y más en la emoción y la melodía, forjando un disco que se ha vuelto el favorito de muchos fans. Nuevamente, los americanos volvieron a recurrir al detalle del disco conceptual y rindieron tributo al comic de Todd McFarlane, Spawn. La canción “The Hunter” se ha convertido en una elección ineludible a la hora de referenciar a esta placa y una favorita en concierto. La letra habla sobre Angela, una ángel cazadora de demonios que el cielo envía para deshacerse del anti-héroe y protagonista, Spawn, quien pertenecía a los infiernos. Al final de la historia ambos se vuelven aliados y parias de sus tierras natales.

3. Watching Over Me


Dos años más tarde, Iced Earth sacaría a relucir todos sus pergaminos para lograr su obra cumbre. La idea inicial era comenzar un nuevo disco conceptual sobre una historia profunda elaborada por el propio Jon Schaffer, sin embargo, había tanto material ya grabado que escapaba al concepto que tan solo decidieron incluir tres canciones de esta saga que titularían “Something Wicked” para darle un aperitivo al oyente de lo que vendría más tarde. De todas formas, las canciones que integraron “Something Wicked Comes This Way” (1998) se volvieron hits instantáneos y son hasta el día de la fecha el relleno pricipal de los set list de Iced Earth. Donde mejor puede verse esto plasmado es en el mítico disco en vivo triple “Alive in Athens” (1999) grabado en la capital griega durante la gira promocional. Entre todos estos cortes se encuentra “Watching Over Me“, una bella y triste power ballad que no se ha ausentado en los shows de la banda desde entonces. La letra es una dedicatoria de Jon Schaffer a un amigo que había fallecido en un accidente de motocicletas.

4. Setian Massacre


Iced Earth lanzaría “Horror Show” en 2001, otro disco conceptual, esta vez sobre cuentos de terror, el cuál sería su última producción con Barlow en voces en este primer período, ya que después de los eventos del 11 de septiembre de 2001, el vocalista llegó a la conclusión de que quería comenzar a contribuir al “mundo real” y abandonó la formación para dedicarse a las fuerzas de seguridad. La nueva voz de Iced Earth sería Tim Ripper Owens, consagrado por haber sido frontman de Judas Priest reemplazando a Rob Halford. Lo cierto es que la era Owens no fue del todo bien recibida por los fans: el álbum conceptual sobre historia estadounidense “The Glorious Burden” (2004) pasó sin pena ni gloria, así como también la primera parte de la saga “Something Wicked” titulada “Framing Armageddon” (2007). Dentro de lo rescatable que hay en este período de transición en la historia de Iced Earth, podemos encontrar una joya perdida como “Setian Massacre” relatando la historia de supervivencia de los últimos 10.000 setians, unos seres de otro mundo quienes tenían un conocimiento casi omnisciente y quienes habían sido invadidos por los seres humanos en busca de un poder y conocimiento ilimitado.

5. Dystopia


Owens sería despedido de la banda y Barlow volvería a hacerse cargo de las voces por un corto período de tres años donde Iced Earth lanzaría la segunda parte de “Something Wicked”, titulada “The Crucible of Man” (2008), la cual no tuvo mayor aceptación que su antecesora. Barlow volvería a abandonar la agrupación para dedicarle más tiempo a su familia en 2011. El nuevo frontman sería el canadiense Stu Block quien principiaría un período en la historia de la banda que hasta la fecha ha tenido más aciertos que dudas, lanzando tres placas de brillantés variada. El primer aperitivo fue el contundente “Dystopia” (2011), y la canción que da nombre a la placa, sería la elegida como corte de difusión. En particular, “Dystopia” trata sobre un tema que resuena en todo el álbum; distopías o historias sobre el futuro desde el punto de vista de un pesimista y continúa la saga “Something Wicked” de los dos álbumes anteriores. Según Schaffer “establece el escenario de que depende de nosotros y las decisiones que tomemos lo que determinarán el futuro de la raza humana.”