Desde composiciones inmortales como “The Battle of Evermore” de Led Zeppelin, hasta bandas bautizadas bajo idiomas ficticios como Marillion, Burzum o Amon Amarth, la obra de J.R.R. Tolkien, autor de “El Hobbit”, “El Señor de los Anillos” y “El Silmarillion” entre otros, ha auspiciado como una fuente de inspiración inagotable para cientos de agrupaciones. Sin embargo, no hay escuadra que haya rendido tanto culto al legado del escritor y filólogo como el dúo de Atmospheric Black Metal, Summoning. Los de Viena, canción a canción y disco a disco han fraguado una identidad tanto lírica como musical que se desprende a capa y espada de las generalizaciones de uno de los subgéneros más controvertidos y exclusivos del metal; el mito de que el Black Metal es para oídos de pocos puede morir rápidamente con una propuesta tan exquisita como la de Summoning donde las sinfónicas orquestaciones se matizan con misceláneas folclóricas a cargo de tambores, arpas, flautas, sonidos de la naturaleza, cuernos y un sin fin de exóticos elementos. Te invitamos a cruzar las Puertas de la Noche, y volver a vagar por la Tierra Media con estos cinco selectos cortes.
1. The Passing of the Grey Company
La carta de presentación del dúo austríaco, “Lugburz” (1995), perfilaba una simbiosis con el Black Metal tradicional de los 90. Fue con el subsiguiente “Minas Morgul”, lanzado algunos meses más tarde ese mismo año, donde la empatía entre la melodía y la agresividad comenzó a vislumbrarse logrando un equilibrio óptimo.“The Passing of the Grey Company” rige como buen resumen de todo aquello, donde la voz de Silenius nos relata cómo los Dúnedain del norte fueron capitaneados por los miembros de la Comunidad del Anillo; Aragorn, Legolas y Gimli, a través del Sagrario y así llegar a tiempo a defender la costa austral del Reino de Gondor asolada por las invasiones de los Corsarios. Allí los héroes invocaron a los espíritus de los desertores de antaño a cumplir su promesa de lealtad y luchar junto con ellos, con el juramento de liberarlos de su maldición como recompensa.
2. Long Lost To Where No Pathway Goes
La placa “Stronghold” (1999) se convertiría en un punto de inflexión en la carrera Summoning, en parte tal vez atribuido al hecho de que la labor en la producción ya no estaría a cargo de Georg Hrauda y los mismos músicos comenzarían a producir sus trabajos de allí en adelante. Estribillos heroicos y melodías sombrías serían protagonistas absolutos de la placa. También se vislumbrarían por primera vez las voces limpias, que de a poco desplazarían a las guturales de ultratumba. La lóbrega “Long Lost to Where No Pathway Goes” es un fiel testimonio de que el rumbo del dúo austríaco comenzaba a torcerse. La letra es una amalgama extraída de los poemas de Tolkien “La Balada de los Hijos de Húrin” e “Imram” acerca la muerte de San Brandán el navegante.
3. Farewell
Si con “Stronghold” se habían generado internas, fue “Let the Mortal Heroes Sing Your Fame” (2001) el disco que definitivamente dividió las aguas entre los fanáticos de Summoning. Las producciones rudimentarias eran definitivamente parte del pasado, y la cuota épica en las melodías acariciaban el canon de la belleza. “Farewell” con sus dramáticas trompetas llevando la línea de la canción hacia el cierre del álbum es el broche de oro a otro trabajo brillante. La letra es un fragmento traducido de la “Canción de Amergin”. Amergin Glúingel fue un bardo y druida legendario del ciclo mitológico de los Milesianos de Irlanda quien entonó un canto de invocación para deshacer una tormenta creada por los druidas de Tuatha Dé Danann y llevar su barco a tierra firme, más allá del límite mágico de la novena ola.
4. Land of the Dead
La placa “Oath Bound” (2006) dejaría de relieve aún más cuál era el camino que transitaría el dúo austríaco de allí en adelante. Para la ocasión, ambos músicos repartieron la labor de las voces en mitades iguales e incluso experimentaron entonando sus versos en lenguajes ficticios como la Lengua Negra de Mordor. No por nada la bellísima “Land of the Dead” es considerada como el epítome compositivo de Summoning entre los fans; con sus casi trece minutos de duración la belleza melancólica de este opus empalagará hasta al paladar más exigente. La letra es un fragmento casi textual del último verso de la inconclusa “Balada de Leithian” de J.R.R. Tolkien, narrando el paso de Beren y Lúthien a través de los Salas de Mandos, a donde las almas de los elfos viajaban cuando su existencia mundana llegaba a su fin por métodos no convencionales.
5. Old Mornings Dawn
Casi como desafiando a todo lo compuesto hasta ese momento, luego de un largo silencio de siete años, Summoning volvería con “Old Mornings Dawn” (2013). La experimentación a rienda suelta dio como resultado algunas de las canciones más heterogéneas y efectivas de todo el repertorio de los austríacos, catapultando la placa a la cumbre de su catálogo. La canción que da título a su obra más lograda se convertirá en una elección ineludible el día que quiera compilarse el disco de grandes éxitos de los vieneses. La letra es extraída directamente de un poema que Tolkien escribió en noviembre de 1916 en plena Primera Guerra Mundial titulado “La Ciudad del Dolor”, en referencia a Oxford, que puede encontrarse en la sección “El Cuento de Eriol o Ælfwine” de “El Libro de los Cuentos Perdidos II”.
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