El nombre de Emily Brontë está asociado, en su totalidad, a la obra literaria de mediados del siglo XIX: ”Wuthering Heights” (Cumbres Borrascosas). Este clásico que jugó con la mixtura entre lo romántico y lo sombrío, logró traspasar los márgenes del papel hasta inmiscuirse en el cine y la música.

Por otro lado, el nombre de Kate Bush también se unió, casi en su totalidad, a ”Wuthering Heights”. Resulta que en 1978 y con solo 19 años, la cantante británica debutó con un sencillo inspirado en aquella obra y bautizado con ese título. De todas maneras la joven Kate, mujer pionera en conseguir un primer lugar en los charts británicos, no se influyó por la obra de Brontë . La fuente de inspiración de la incipiente artista fue la versión cinematográfica de 1970 protagonizada por Anna Calder-Marshall y Timothy Dalton.

A comienzos de los 90 ‘s en San Pablo, lejos de la cultura inglesa, los brasileños Angra meterían en su disco debut una impactante versión de este tema. El problema de reversionar una canción hitera es que la vara está por las nubes aunque al conjunto de la actual guitarra líder de Megadeth, Kiko Loureiro, poco le importó. La voz de Andre Matos se hace tan gigante que no tiene nada que envidiar a la original.

El grupo de power metal para su debut contó con la colaboración de varios músicos, entre ellos los alemanes Dirk Schlächter (guitarrista de Gamma Ray) y el baterista Thomas Nack (Iron Savior). En este último se encontró la clave de la inclusión de ‘‘Wuthering Heights” en la ópera prima de los brasileños. Matos reconoció: ”Nack era un gran fanático de Kate Bush y se sabía las líneas de la batería a la perfección. Cómo a todos nos parecía un excelente tema, decidimos incluirlo”.

”Angels Cry” fue un éxito bajo el sello discográfico Nems Enterprises, por aquel entonces comandado por el productor argentino Marcelo Cabuli. Y como todo está interrelacionado, Cabuli se casó con la cantante finlandesa ex Nightwish Tarja Turunen, quien en repetidas presentaciones en vivo interpreta la versión del tema con los Angra. Como pasa con algunos clásicos transdisciplinarios, pierden la huella del autor original para convertirse en un gran colectivo imaginario y, por supuesto, ”Wuthering Heights” no es la excepción.