Crónica: Roberto Isa / Fotos: Florencia Giuliana
Eric Martin, el icónico cantante de Mr. Big, visitó nuevamente Argentina con un show en donde su carisma sobre el escenario solo fue superado por su excelencia vocal.
A menudo encontramos que, con entendibles razones, las actuales capacidades vocales de nuestros ídolos se encuentran disminuidas en comparación con sus años gloriosos. El paso del tiempo, inexorable y letal, sumado a veces a cuestiones de salud, llevan a los cantantes que tanta admiración y fanatismo llegaron a despertar a presentarse en versiones más “modestas”, contando ya con décadas sobre los escenarios. Sin embargo, hay algunas excepciones, y una de ellas es Eric Martin. Pasados los 60 años, el bueno de Eric sigue siendo un cantante de excelencia.
Llegada la hora del show, y en medio de un calor considerable dentro del recinto, los furiosos acordes de “Daddy, Brother, Lover, Little Boy”, clásico de clásicos dentro de la discografía de Mr. Big, agregaron más temperatura para el público agolpado en El Teatrito. El primer tema, además, sirvió de muestra del perfecto estado de la voz de Martin, que no fue afectada ni siquiera con ciertos problemas técnicos que se presentaron en los primeros temas, los cuales fueron resumidos por el cantante argumentando estar “maldecido” por la presencia habitual de esos inconvenientes en los shows. Guitarra acústica mediante, Martin le puso voz a “Alive and Kickin’”, para seguir con la rocanrolera “Temperamental” y “Superfantastic” (nuevamente con la guitarra), aprovechando después para continuar con el pedido de más volumen para su micrófono, cumplido por el sonidista a partir de esos temas, afortunadamente.
La banda que lo acompaña cumple a la perfección tanto musicalmente como en presencia escénica. El grupo integrado por Ana Flugel (coros), Ignacio Torres (guitarra), Ruido Barilari (bajo) y Felipe Cortés (batería) se desenvuelve satisfactoriamente sobre las tablas, pero si hay que destacar a uno de ellos ese es Torres, el guitarrista. Ocupar los zapatos de leyendas del instrumento como Paul Gilbert o Richie Kotzen no es una tarea sencilla, y el guitarrista chileno lo hace a la perfección, siendo los solos de temas como “Gotta Love The Ride” o “Everybody Needs a Little Trouble” muestras cabales de aquello.
“Estuve girando con Michael Schenker por los Estados Unidos recientemente…pero puedo decirles que ustedes son mucho más lindos que el público que vi ahí”, dijo Eric Martin luego de cantar “Shine”, una de las más festejadas por la audiencia. Las cualidades de showman de Martin para entretener al público se hicieron presentes con momentos como cuando le pidió a la gente “que escuche al océano” (por el ruido del aire acondicionado del escenario) en el final de la balada “Just Take My Heart” o comentando los intentos fallidos de Paul Gilbert por darle clases de guitarra. Viéndolo en el escenario, queda claro que Martin pudo haberse dedicado a la actuación o al stand up tranquilamente, pero eligió el canto para deleite de los asistentes que presenciaron la performance de un cantante en perfecto estado.
“The Chain” y su melodiosa introducción permite apreciar la intacta entonación de Martin, encajando en cada nota con suma naturalidad, al igual que lo hace “Wild World”, cover de Cat Stevens, que de paso suma a todo el público en su estribillo. Como así también la rockera “Electrified” nos muestra que los registros altos del cantante aún siguen siendo los adecuados.
“To Be With You”, otro de los más grandes éxitos de Mr. Big, inició a puro coro la última parte del concierto, que continuó con las potentes “Take Over” y “Addicted To That Rush”, antes de que “Colorado Bulldog” le ponga punto final al show. Luego quedaron los saludos de la banda y la promesa de Eric Martin de regresar pronto (¿con Mr. Big?). Por lo visto en la noche del jueves, tiene cuerda vocal para rato.
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