“El libro nace a partir de observar que, tanto en términos políticos e ideológicos, pero principalmente estéticos, la carrera de Ricardo Iorio había llegado a un punto de lucubración y veíamos que existe un movimiento amplio dentro del heavy metal que está matando (simbólicamente) al padre Iorio”, afirmó Juan Ignacio Pisano en la presentación de la obra “Parricidas. Mapa rabioso del metal argentino contemporáneo” que se realizó en el Bar La Tribu. Este es el segundo libro del GIIHMA (Grupo de Investigación Interdisciplinaria del Heavy Metal Argentino) y estuvo acompañado por su predecesor, “Se nos ve de negro vestidos”, en el que los escritores abordaron lo que ellos denominan el “metal nacional” a partir de las bandas V8, Hermética y Almafuerte primordialmente. Sin embargo, en esta nueva entrega reflexionaron sobre cómo muchas bandas actuales tratan de desprenderse de la vieja escuela para intentar formular límites, modificaciones, variaciones y reescrituras estéticas.

Los investigadores explicaron que “Parricidas…” está dividido en dos partes. La primera se titula “Infancia, mujer e identidades subalternas” y la segunda “Poéticas, micropoéticas y lenguajes”. En la primera parte trabajaron la relación entre el heavy metal y la infancia; las mujeres metálicas; y el heavy metal patagónico. En la segunda parte podemos encontrar la cuestión del heavy metal y el cine, así como también el debate entre el verdadero y el falso metal. Este último se aborda desde películas como “Yo se lo que envenena”, pero además con bandas contemporáneas como Carajo, Raza Truncka, Asspera y el género stoner criollo que atraviesa a la trayectoria del Pato Larralde. Por esas casualidades, el sobrino del mítico José Larralde justo apareció en el momento en que se mencionó su nombre siendo recibido por un cálido y fuerte aplauso de parte de todos los presentes.

“Queríamos aclarar que el GIIHMA nunca se posicionó en ese lugar de ‘venimos a decir lo que es el metal nacional’ sino que, por el contrario, venimos a brindar distintas miradas”, recalcó Diego Caballero al tiempo que le cedió la palabra a Noelia Adamo, autora de la problematización entre el heavy metal y la mujer en un contexto donde el feminismo está liderando una revolución: “Las mujeres venimos a eliminar ese machismo simbólico que representan los padres dentro y fuera del metal. En todos los recitales hay chicas y ellas empezaron a dejar el lugar de abajo del escenario para estar más presentes al subirse a estos y meterse en los pogos”, rescató. Sin embargo, la escritora aclara que el machismo en el heavy metal está tan presente como en todos los sectores de la sociedad y que es bueno celebrar los avances de las mujeres en el género: “que una mujer se ponga a cantar gutural es un acto revolucionario y debe ser celebrado porque se instala y se apropia de aquello que era tradicionalmente categorizado como masculino y así rompe con los tradicionales cánones y estereotipos machistas”, finalizó.