Crónica: Roberto Isa / Fotos: Maru Debiassi

El conjunto que retoma el legado de Hermética celebró los 25 años de “Víctimas del Vaciamiento” ante una multitud.

Las celebraciones tienen, por lo general, algunas cosas en común. Gente compartiendo intereses, algún motivo particular para festejar y, claro: emoción. Todo eso estuvo presente en la noche del sábado, donde las huestes del metal se dieron cita en el mítico estadio de Obras Sanitarias para rendirle homenaje al disco “Víctimas del Vaciamiento”, clave en la historia del heavy argentino, y principalmente para celebrar el legado de la banda más emblemática del metal nacional.

O’Connor, Romano, Strunz y Cuadrado, quienes conforman Malón y representan tres cuartas partes de la histórica banda, adquieren en conjunto el seudónimo de La H No Murió, un grito de guerra de la patria metalera que se resiste a dejar en el olvido al grupo que, desde sus letras y su música, marcó a más de una generación. Con estas premisas, se podía esperar una gran noche en el estadio de Avenida del Libertador, y el augurio fue cumplido. Pasadas las 21 horas, ya finalizado el acto de Cashate, la banda encargada de abrir la velada, el escenario recibió a los cuatro integrantes, para darle inicio a la thrashera “Soy de la esquina”, aquel himno a la amistad barrial, sonando tan filosa e implacable como siempre.

“Ver tantas generaciones juntas, disfrutando como lo hacen de canciones que escribiste hace más de 20 años, es algo impagable”, aseguraba Tano Romano en la reciente entrevista con El Culto, y esa mixtura generacional unida por los temas de Hermética es lo que se observó en Obras, al sonar clásicos como “Otro día para ser”, “Traición” o el imperecedero “Olvídalo y volverá por más”, cantados al unísono por toda la concurrencia.

Canciones inmortales como “Memoria de siglos”, “La revancha de América” o “Del Camionero” sirven de muestra de por qué Hermética sigue, al día de hoy, siendo la máxima referencia del heavy metal argentino. Se trata de una comunión a gran escala, entre letra y música de una profundidad inacabable, por un lado, y una audiencia fiel, que acompaña y es acompañada, por el otro; plasmada sobre el escenario a través de La H No Murió, en una celebración necesaria para saciar al público local con la música de la banda que más los representa.

Sobre el final sonaron clásicos inagotables en una contundente seguidilla, que expuso himnos de la música nacional como “Tu eres su seguridad” y “Atravesando todo límite”, dándole cierre al show en otra demostración de que el amor de la patria metalera por la H no murió, ni morirá jamás.
 
 
 
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