Tras haber quedado decepcionados con la portada de “Point of Entry”, los miembros de Judas Priest decidieron separarse del diseñador polaco Roslaw Szaybo, quien anteriormente había creado obras memorables como la que ilustra la icónica tapa de British Steel, además de ser el artífice del logo más famoso del grupo. El disco contó con dos portadas; la primera de ellas diseñada por Szaybo, que fue publicada solo para el Reino Unido y la otra creada por el director artístico de Columbia, John Berg, que fue lanzada en los Estados Unidos y Japón.

Pocas semanas después de su publicación en los Estados Unidos, Berg no estuvo de acuerdo con la extraña carátula proveniente del país inglés, por lo que creó una nueva versión resultando ser aún peor. Esto llevó a la banda a buscar otro artista para realizar la gráfica de su nuevo disco y para ello decidieron contratar al ilustrador canadiense Doug Johnson, cuyo trabajo marcó un cambio radical respecto a la imagen perpetrada por Szaybo. Johnson adoptó una fusión inspirada por algunas de las artes visuales más impactantes del siglo anterior: geometrías art déco futuristas y el colorido del pop art, reimaginando también su logotipo, que ahora se presentaba en un bloque 3D isométrico.

Considerada como su producción más exitosa a nivel mundial, con más de 4 millones de copias vendidas, “Screaming for Vengeance” presentó la imagen aerografiada de un ave de presa metálica apodada “The Hellion”. “Estaba leyendo un Tesauro de Roget [catálogo clasificado de palabras, similar a un diccionario] y encontré la palabra ‘hellion’, y pensé, ‘somos nosotros. Eso es lo que somos los metaleros’”, recuerda Halford. La banda quería plasmar la idea de un tipo de venganza musical, conceptualizada con esta clase de águila metálica con sus garras en posición de ataque y su pico abierto, como gritando mientras acecha a toda velocidad. “De alguna manera llegamos a la idea de una especie de águila que grita. El artista, Doug Johnson hizo una gran labor traduciendo eso. Imagina ver esa imagen en una tienda de discos. Incluso si no conocieras a la banda, te daría curiosidad”.

El trabajo de Johnson con Priest continuó con los álbumes “Defenders of the Faith” (1984) y “Turbo” (1986), y se encuentra entre las últimas piezas de ilustración comercial que realizó. Poco después, decidió dedicarse a tiempo completo al mundo del teatro.