Ya era cerca de medianoche. A lo lejos se escuchaba un tren que se alejaba casi con vergüenza, mientras aquí abajo, el vapor de las alcantarillas y las luces de neón ilustraban la escena de todas las noches. Dee Dee miraba el humedecido asfalto apoyado en un poste de luz de la intersección 53rd & 3rd, con una mano sudorosa en el bolsillo que no dejaba de sostener una pequeña hoja de afeitar. De pronto, un Impala de la década del 50’ se estacionó frente a él y dejó emerger la figura de un hombre maduro que le chistó dos veces. Dee Dee solo atinó a levantar la mirada.
No quiero caminar contigo
El 18 de septiembre de 1951 nació en Virginia, Douglas Glenn Colvin, conocido artísticamente como Dee Dee Ramone. Fruto de la unión entre un soldado yanqui y una mujer alemana, vivió hasta la adolescencia en el país teutón, y si bien no pasó necesidades materiales, a los 12 años comenzó a consumir drogas. Fácilmente entabló amistad con unos jóvenes soldados que por un par de dagas o cuchillos le daban ampollas de morfina.
A los 15 años e instalado en Nueva York, Dee Dee se interesó por la música y empezó a tocar el bajo. En aquella gran metrópolis conoció a Jeffrey Hyman (Joey Ramone), John Cummings (Johnny Ramone) y Tom Erdelyi (Tommy Ramone) y fundaron una de las agrupaciones más influyentes de la historia del rock: The Ramones.
Somos una familia feliz
Antes de ese acontecimiento y poder vivir de la música, Dee Dee tuvo sus coqueteos con la delincuencia y con la prostitución para poder subsistir en la Gran Manzana. Con respecto a esta última apreciación, en el tema compuesto por él, ”53rd & 3rd”, la letra rezaba: ”Tú eres al que nunca agarran. ¿No te hace sentir enfermo?”, para luego rematar con: ”Entonces saqué mi navaja, luego hice lo que Dios prohibió. Ahora la policía está detrás de mí, pero demostré que no soy ningún marica”.
El fenómeno Ramones es inabarcable. Lo que habían iniciado en esa misma jungla de cemento los New York Dolls, Ramones lo tomó y le agregó una cruda agresividad que no existía en la escena hasta ese momento.
De público conocimiento fue la mala relación que había entre los miembros de la banda, en particular entre Joey y Johnny, que afectaba la armonía de todos. Dee Dee fue parte del comienzo del grupo (al principio como vocalista, hasta que Joey dejó la batería y agarró el micrófono) con el disco homónimo de 1976 hasta ”Brain Dain” de 1989 y uno de los compositores más prolíficos dentro del conjunto. Para alcanzar la dimensión de esto, compuso hasta temas de discos de los que no fue parte, como es el caso de uno de los hits más inmensos de los punkrockers: ”Poison Heart”.
Fuera de Ramones tuvo un paso fugaz por el hip hop, bajo la denominación de ”King Dee Dee” y con un disco que fue un fracaso en términos comerciales. Después de la incursión en un género musical que le fue esquivo tuvo un puñado de proyectos punkrockeros que nunca pudieron arañar, ni por asomo, el éxito de Ramones.
Forastero
Dee Dee entró a la farmacia y se dirigió a la balanza. Dentro del local, las viejas lo miraban con cierto desdén incómodo desde que puso un pie en el aparato hasta que se esfumó por completo. Encaró por la Avenida Alsina y se prendió un cigarrillo mientras se dejaba envolver por el humo negro de un colectivo de la línea San Vicente.
Si algo le faltaba a la entrañable relación de Ramones con Argentina, en 1994 con 45 años conoció a Barbara Zampini de solo 16. Rápidamente entabló una relación con la menor y junto a ella vivió en el país. Aunque no sea una historia demasiado difundida, juntos se asentaron en las localidades bonaerenses de Burzaco, City Bell y Banfield.
Muchas leyendas circularon de su tiempo en Banfield, desde que fue visto por las ferias del barrio, a que su apodo mutó de Dee Dee a ”El Titi”, hasta supuestas zapadas de canciones de Ramones en las calles conurbanas. Sobre la Argentina, alguna vez reflexionó: ”La Argentina es como un desvío del tiempo. Me recuerda a cuando Estados Unidos era un país lindo en el que vivir. Aunque todo es más duro en la Argentina, la gente aquí es más amable que en la mayoría de los lugares. El smog es tan abundante que te corta los pulmones. Los colectiveros salen a matar. Tratan de empujar a la gente fuera del camino con sus grandes micros malolientes. Es una locura. Los exhaustos caños de escape emanan nubes de humo negro que se meten en las ventanillas abiertas de los demás coches. Todos tienen las ventanillas abiertas porque nadie tiene aire acondicionado. Los autos acá son todos viejos y están hechos mierda, pero tienen mucho soul. Mucha onda”.
Corazón venenoso
En efecto, las leyendas no hacen más que enaltecer el mito del tipo que fue el Ramone de más pura cepa. En abril de 2002, cuando Ramones fue introducido al Hall Of Fame de la música, Dee Dee soltó: ”Quiero felicitarme a mí mismo y darme las gracias, y darme una gran palmada en la espalda. Gracias, Dee Dee. Eres maravilloso. Te amo”
Tres meses después, el 5 de junio, su esposa Bárbara lo encontró sin vida en su casa de Los Ángeles. Murió de una sobredosis de heroína y, con él, también murió la esencia más pura y noble de lo inmenso que fue Ramones.
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