Crónica: Nicolás Cardinale / Fotos: Maru Debiassi

Ante un recinto repleto de fanáticos, Lacuna Coil presentó en nuestro país “Black Anima”, su más reciente trabajo discográfico.

El pasado 18 de febrero en El Teatrito, Lacuna Coil regresó a suelo argentino después de casi tres años con un nuevo esfuerzo de estudio bajo el brazo, el genial Black Anima, con un concierto de más de una hora y media que, problemas de sonido aparte, cumplió con las expectativas.

Al ingresar al recinto se podía notar la alegría y la emoción de los espectadores, ya sea en las barras mientras pedían una cerveza, en el (muy concurrido) puesto de merchandising o en cualquier otra parte del local. Razones no faltaban: los italianos se lucieron con su último trabajo discográfico, el setlist que eligieron para sus shows en Brasil lucía muy prometedor y, para quienes ya los vieron en vivo, se sabe que sus actuaciones son muy enérgicas y llenas de pasión.

A las 19:15, Afterlife se encargó de dar el puntapié inicial con un set de 40 minutos en el que mostraron parte de su repertorio y algunos covers de clásicos de la música pop. Exactamente una hora más tarde, Uncured llevó a cabo una performance devastadora, incluyendo una excelente versión de “Roots Bloddy Roots” de Sepultura y un nuevo tema llamado “Set The World On Place”, dejando una excelente impresión.

Al llegar las 21:30, la oscuridad se adueñó de El Teatrito y las ovaciones no se hicieron esperar, así como tampoco la salida de los músicos, entre los que se encontraba el baterista Richard Meiz haciendo su debut con el grupo en tierras rioplatenses (mostrando una bandera de Argentina estilizada con el logo del flamante álbum). La fiesta dio inicio con un poderoso trío compuesto por “Blood, Tears, Dust”, “Our Truth” y “Reckless”, para levantar a la audiencia desde los primeros compases.

Durante el transcurso del show, el vocalista Andrea Ferro hizo gala de su conocimiento del idioma español para agradecer el apoyo de la gente, aun en los tiempos difíciles que está atravesando la Argentina en materia económica, por lo que reconoció el esfuerzo por partida doble.

La primera parte del set presentó temas, principalmente, de sus últimas dos placas, como “Layers Of Time”, “My Demons”, “Save Me”, “The House Of Shame” y “Sword Of Anger”, aunque no faltaron clásicos como “Heaven’s A Lie” y “Enjoy The Silence”. Luego de un cambio de vestuario, se realizó un segundo set que estuvo compuesto por canciones que no sonaban hace mucho en vivo y que fueron rescatadas en el famoso “The 1.19 Show” de Londres, como por ejemplo “Comalies”, “Soul Into Hades”, la propia “1.19” y “Veins Of Glass”, la cual fue pedida por el público. Lamentablemente, durante esta parte, el micrófono que usó la cantante Cristina Scabbia se saturó y quebró un sonido que estaba siendo impecable.

El final llegó con “Veneficium” y, luego de unas palabras de apoyo en italiano de la vocalista a los argentinos para que superen la situación del país, la siempre positiva “Nothing Stands In Our Way”, concluyó la contundente performance.
 
 
 
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