Crónica: Nahuel Escalada / Foto: Sebas Michia
El pasado ocho de abril, Los Antiguos festejaron sus cinco años de historia en Niceto Club, donde además, presentaron material de lo que será su nuevo disco “Oro para las naves”.
Lo que comenzó como un intercambio de ideas musicales entre Sergio Conforti (ex Avernal) y el Pato Larralde (Sauron), allá por el año 2012, desembocó en la creación de Los Antiguos, algo así como una válvula de escape para estos músicos. No pasó demasiado tiempo para que a esa unión se le sumarán los experimentados David Iapalucci (Anomalía) en guitarras, Mow (ex-Avernal) en bajo y Pablo “Huija” Andrés (Cruzdiablo) tras los parches y así moldear la formación responsable de “Simple” (2013) y “Madera Prohibida” (2015) -acaso dos de los mejores momentos discográficos de la escena actual-, y ser figuras en las listas más destacadas del género y participar en algunos festivales de renombre.
Ver a Los Antiguos es garantía de confianza. ¿Por qué? Porque los tipos derrochan energía, buena vibra y te noquean con cada una de sus composiciones, aquellas donde se hace imposible no corear los estribillos y, como suele suceder, a un volumen acorde a la situación. Mientras los pasillos de Niceto se fueron llenando de asistentes, el telón del recinto se alzó exactamente a las 21:30 hs y así fueron desfilando los protagonistas, cada uno a su sitio para entonar el infaltable “C.O.C”, esa intro instrumental encargada de iniciar todos sus shows. Al tiempo que la gigante pantalla LED iluminaba la sala con imagenes fantasticas junto al logo de la banda, el Pato Larralde (quizás el referente “under” sin ninguna objeción) se posó en el centro del escenario para agitar la celebración junto a las líneas de “La peste del sapo” seguido de “Nervioso y ebrio” y si eso fuera poco, “La gran campana” y “Te lo vengo diciendo”. Que sirvieron de excusa para que los presentes levantaran los puños y coreen cada uno de ellos.
“Muchísimas gracias por brindarnos a nosotros esta tremenda fiesta. Fiesta querida y pensada, pero nunca imaginada con esta tremenda respuesta. Así que gracias de corazón.”, dijo el Pato en agradecimiento a la concurrencia y el aguante por estos cinco años. Mientras los demás integrantes jugaban con el riff de “Black Night” de los inmensos Purple (que dicho sea de paso, en toda la noche no dejaron de alentar y saludar a cuanto conocido se encontrará en el recinto), fue el momento de presentar nuevo material: “Senda de la luz fantasmal”. Debo admitir que esperaba mucho por escuchar algo de “Oro para las naves”, porque créanme cuando les digo que el nuevo disco se hace esperar y mucho. Pulgares en alto, lo nuevo de Los Antiguos suena prometedor.
El setlist siguió su curso y así sonaron “Dios de los paganos”, los geniales “H.P.V” y “La culpa al viento” (nunca las saquen de las listas, por favor) y el justiciero “Eslayer te va a matar”, además de otro nuevo tema sin antes mencionar que “posiblemente sea parte de “Oro para las naves”, estamos viendo si a ustedes les gusta”. Dale Pato, sabes que si. Para los bises, JB Larralde (hermano del Pato y guitarrista de Sauron) subió a la tablas para ejecutar “El Sureño” junto a la banda y la seguidilla de “El hombre que no se puede ir”, “El inventor del mal” y “Hecho a mi medida” finalizaron una velada a puro sentimiento y rock pesado.
Los Antiguos cerraron un nuevo capítulo en su historia y los que dijimos presente vamos a tener la satisfacción de decir “yo estuve ahí”.
Comentarios