Crónica: Julieta Güerri / Fotos: Anabella Reggiani
Mr. Big se despidió de los argentinos en el marco de su gira “The BIG finish”, contando con la presencia de Sebastian Bach, la voz original de Skid Row, como invitado especial.
El pasado 1° de Mayo los adeptos al rock pudieron disfrutar de una noche como hace rato no se veía en nuestro país, con dos grandes emblemas del género compartiendo el escenario de Obras. Esta velada tan especial contó con los locales de Karkaman como teloneros, nombre que resuena seguido en este tipo de fechas y que siempre es un gusto volver a escuchar.
El set list del show de Bach, quien había pisado suelo argentino por última vez en 2016, consistió mayormente, como en aquella última visita, en canciones pertenecientes a los primeros años de Skid Row, algunos temas de su carrera solista y un par de covers de otros artistas.
La reciente “What do I got to lose?” le dió comienzo a la primera parte del recital que, aunque transcurrió con algunos problemas de sonido, estos fueron rápidamente sorteados por la banda y el público que cooperó cantando acapella mientras el equipo técnico hacía su magia. Una vez solucionados los inconvenientes, se le abría paso a una seguidilla de canciones correspondientes al álbum debut homónimo de Skid Row: “Here I am”, “Big guns”, “Sweet little sister” y el tema que, como dijo Bach, lo empezó todo: “18 & Life”.
El cantante se tomaba sus merecidas pausas (aunque no necesarias, ya que podría decirse que su voz se encuentra prácticamente intacta) para interactuar con el público, sirviéndose de unas notas que le permitieron comunicarse en castellano durante toda la noche. De esta manera, daba un sentimiento de cercanía y un valor agregado al espectáculo que continuaba con la misma energía frenética que supo caracterizar a la banda de heavy metal estadounidense en aquellos gloriosos años, con más clásicos como “Slave to the grind”, “Monkey Business”, “The threat” y los covers “American metalhead” (PainmuseuM) y “Tom Sawyer” (Rush).
Sin dudas, uno de los momentos más esperados siempre es el de “I remember you”, la power ballad que en esta ocasión fue dedicada a los grandes músicos que nos dejaron demasiado pronto: Dio, Eddie Van Halen, Vinnie Paul y Taylor Hawkings, entre otras leyendas. Con sentimientos de emoción, nostalgia y euforia se cerraba el show de Sebastian Bach, no sin que antes sonara “Youth gone wild”, el himno de la juventud rockera.
Hay pocos momentos más agridulces que un último recital. Si bien siempre es difícil amigarse con la idea de que bandas tan significativas para la historia de la música se despidan, lo mejor que puede pasarles a los fanáticos es que sea en los términos como los que Mr. Big eligió: haciendo un repaso por su legado pasando por sus cuatro primeros trabajos, probablemente los más clásicos, y deteniéndose específicamente en “Lean into it”, el disco de 1991 que los catapultó a la fama.
El tema que le dió comienzo al último show de Mr. Big en Argentina fue nada más y nada menos que “Addicted to that rush”, que también fue el primero en el álbum debut homónimo de la banda. Le siguieron “Take cover” y “Price you gotta pay” con su respectivo solo de armónica a cargo del bajista Billy Sheehan. Cuando ya habían sido puestos todos a tono y se había establecido la energía con la que iba a continuar el resto del espectáculo, “Daddy, brother, lover, little boy” y el icónico solo de guitarra de Paul Gilbert y su taladro Makita inauguraron la parte del recital que repasaría de principio a fin “Lean into it”, el segundo disco del grupo, el más exitoso y el favorito de muchos.
Podría decirse que en este caso el orden de los factores sí alteraría el producto, ya que escuchar en vivo el disco emblema de una banda favorita tocado de principio a fin es una propuesta bastante destacable, inusual e increíblemente acertada tratándose de un concierto de despedida. De esta manera sonarían a continuación “Alive and Kickin’”, “Green-Tinted Sixties Mind”, el cover de Jeff Paris “CDFF-Lucky This Time”, (canción con la que hizo la aparición el bajo de doble mástil que ocuparía un rol destacado en lo que quedaba de la noche).
Continuando con el exhaustivo recorrido llegó el momento de bajar un cambio con “Just take my heart”, una de las baladas más apreciadas por los fanáticos y que mostraría una vez más la facilidad con la que estos músicos y su talento pueden provocar todo tipo de emociones en quienes los escuchan. Luego de “My kind of woman”, los graves de Sheenan tomaron el control e introdujeron “A little to loose”, que volvió a elevar la energía del show.
Fue después de “Road to ruin” que el cantante Eric Martin presentó a la banda. Además de los ya nombrados Gilbert y Sheehan que acompañan a Martin desde los comienzos de Mr. Big, visitaba nuestro país el baterista Nick D’Virgilio sustituyendo al fallecido Pat Torpey.
Llegar al final del repaso de “Lean into it” también significaba que era el momento de una de las canciones más legendarias, y por consecuencia, un punto álgido del show. “To be with you” seguida por el cover de Cat Stevens “Wild world” indicaba que era el momento de hacer una pausa y recuperar el aire. El momento de descansar no fue solamente nuestro, ya que la banda se retiró del escenario para dejar a Gilbert tomar el protagonismo con su solo de guitarra.
Seguía “Colorado bulldog” y los músicos desplegaban todas sus habilidades de sincronía y coordinación, dejando que cada uno pudiera desarrollar su virtuosismo sin perder la magia del sonido en grupo. El solo de bajo seguido por “Shy boy” fue un detalle que dio a Sheehan el reconocimiento y el protagonismo que se merecía (recordemos que “Shy boy” fue una canción original de su anterior banda Talas) y se acercaba de esta manera el final del setlist, del cual quedaban unicamente covers.
Que el recital estuviese llegando a su fin no fue sinónimo de que la emoción se disipara: para cuando terminó “30 days in the hole”, los músicos sorprendieron tocando “Good lovin’” después de intercambiar sus roles. De esta forma, quedaron Martin en el bajo, Sheehan en la voz, Gilbert en la batería y D’Virgilio en la guitarra. De esta manera, la grandeza de la agrupación que intencionalmente lleva la palabra GRANDE en su nombre, quedó demostrada una vez más.
Con “Baba O’Riley” de los Who se terminó el show y con palabras de gratitud Mr. Big se despedía de los argentinos. Como suele suceder en los recitales de despedida, entre la ovación y los aplausos, queda la duda latente de si este realmente será el último. Una cosa si es segura: ahi estaremos si vuelven.
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