Año 2000. Una década infame para el heavy metal había terminado, pero el teen-pop que supo reinar en los 90´s con princesas y princesos seguía firme con su legado. Las adolescentes de la época se enchufaban al todopoderoso MTV y se mojaban con “Boys-Bands” como los BackStreet Boys, a la vez que deseaban ser la nueva voz estrella como Christina Aguilera o Britney Spears. Y ésta última nos atañe el día de hoy. Quizás, si sos muy púber o alguien con poca memoria, no te acuerdes mucho de ella. Pero antes de pelarse y subir y bajar de peso más de una vez, Britney fue una mega-súper-archi estrella mundial.

Volvamos al 2000. Todavía los videoclips eran lo más de lo más, y nuestra princesa del pop (que venía de comerle la boca en un show a la Reina, o sea a Madonna) ponía toda la carne al asador en sus producciones audiovisuales. Ya dejando de lado la imagen de teen inocente de su primer álbum, nuestra amiga salió al ruedo dispuesta a ser una femme fatale y lo logró enfundándose en un traje de látex rojo que calentó más que el “estúpido y sensual” Flanders haciendo sky. Escrita y producida por Max Martin y Rami Yacoub (que laburaron con casi todas las stars de aquel momento), la canción tocó la cima en más de una docena de charts y llevó al disco homónimo al noveno lugar de la Billboard. Sin más qué decir, sacáte toda la culpa y dale play sin vergüenza.

Un par de años más tarde, una banda de Finlandia se hizo eco de la buena de Britney y dijeron “¿Por qué no?”. Los muchachos en cuestión son los Children of Bodom, quienes incluyeron “Oops… I did it again” en una suerte de compilado de covers que lanzaron en 2009, llamado “Skeletons in the Closet”. La arenosa garganta de Alexi Laiho se encarga de distorsionar todo vestigio de dulzura en la interpretación, mientras que la banda se ocupa de trastocar ritmos bailables y declaraciones románticas por un machaque sostenido y aguerrido, pero de alguna manera (incluir la voz de Britney sampleada como corito ayuda) dejando un gustito a broma que dura toda la canción. En fin, los chicos solo querían divertirse, como decía Cindy Lauper en los 80´s.