Crónica: Max Garcia Luna / Fotos: Florencia Machado

Horcas celebró los veinte años de “Vence”, uno de sus discos fundamentales, con un extenso show que reunió a varias generaciones.

En el marco del “Vence tour 20 años” con el que recorrieron gran parte del país, Horcas dio cierre el pasado sábado 16 de septiembre a los festejos por el vigésimo aniversario de su disco más emblemático, con un emotivo concierto en el Teatro Flores que evocó la nostalgia, reuniendo a varias generaciones.

“Vence” fue un disco que rearmó a Horcas y le dio un lugar de privilegio en la escena nacional. En 1997, tras cinco años sin lanzar nuevo material y con incesantes cambios de integrantes, la agrupación se encontraba prácticamente desmembrada y sin rumbo. Con la incorporación de Walter Meza en la voz reemplazando a Christian Bertoncelli y de Sebastián Coria en guitarra, finalmente entran a grabar su tan esperado álbum. Dos décadas después, rememoraron aquel trabajo cuya portada inmortalizó a su fundador, constituyéndose como una obra elemental, no solo para su carrera, sino para todo el metal nacional.

X3MO con un set a base de Death Metal con toques groove, Santa Pendencia, banda de rock con aristas progresivas y raíces folclóricas y Drenaje, la agrupación que comparte Beto Ceriotti -bajista de Almafuerte- y el baterista Adrián Espósito de Lovorne, ofrecieron los números de apertura.

Clavadas las 21 horas, Norberto Yañez, Sebastian Coria, Walter Meza, Lucas “El Castor” Simcic y Mariano Elias Martin, atacaron con “Resistencia”, dando inicio a un concierto vibrante de casi dos horas, con una lista de veintiséis canciones, a través de las que repasaron su tercer álbum por completo, intercalado con clásicos de su repertorio como “Solución suicida”, “Esperanza”, “Sin salida” y “Fuego”. “Somos la banda de Osvaldo Civile, el creador de Horcas y tenemos la suerte de seguir tocando”, proclamó su cantante antes de ejecutar “Vencer”, que fue acompañada a viva voz por todo el público. Para el final, “Destrucción”, el himno inmortal de V8 y por supuesto “El Cetorca”, aquel con el que Osvaldo cerraba cantando en los shows del grupo, concluyendo un espectáculo contundente, sustentado por el poder de canciones infalibles, que han quedado grabadas como parte fundamental del metal argentino. Veinte años de persistencia y lucha, que no siempre supo de satisfacciones, y que hoy los encuentra más vigentes que nunca.
 
 
 
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