Llegó a la vieja sala de Los Ángeles, le dijeron que esperara. Fotos con Charlie Parker, Buddy Ritch y Miles Davis decoraban el salón. No podía dejar de repiquetear el zapato contra el piso. Los dedos le temblaban. Después de dos minutos eternos, la puerta vaivén se abrió y se asomó la figura del profesor que se encargaría de perfeccionar su estilo. Se trataba de uno de sus ídolos, la vieja gloria de jazz Freddie Grubber. Corría el año 2009 y aún, Neil sentía la necesidad de aprender e incorporar nuevos estilos.

Un Tom Sawyer rockero

Neil Peart nació en 1952 en Ontario, Canadá. Hijo de una familia de clase media que nunca había tenido que ver con la música. Tuvo contacto por primera vez con la batería a sus 13 años, instrumento que le sirvió para afrontar su timidez e inhibición. Neil era un amante de la lectura, se pasaba gran parte de sus días junto a las obras de Ray Bradbury y otros autores de literatura fantástica.

Su adolescencia la pasó en la búsqueda de bandas que le permitan vivir de su vocación: la música. En esos años de juventud en Canadá, fue parte de algunas bandas de rock progresivo pero en ninguna consiguió ni el mínimo de reconocimiento que pretendía. Neil sabía que la cuna del rock estaba lejos de la fría Ontario, por lo que con 18 años recién cumplidos decidió ir a probar suerte a Londres para consolidarse en algún conjunto que le otorgue crecimiento en el ambiente.

En la capital inglesa la suerte no cambió, si bien los primeros 70’s venían acompañados de una situación emergente en el mundo del rock, Neil no podía conseguir contactos prometedores a causa de su dificultad para desenvolverse. La situación lo llevó a regresar a su tierra natal para trabajar en la tienda agrícola de su padre.

Ritmo Místico

En 1974, Neil Peart atendía el negocio familiar y solo tocaba como hobbie. Por su parte, el baterista fundador de Rush, John Rutsey, se iba de la banda por cuestiones personales tras el primer disco homónimo de la banda. Por lo tanto el bajista y vocalista Geddy Lee y el guitarrista Alex Lifeson se vieron en la necesidad de encontrar un baterista que se una a su ambicioso power trio. “Sabíamos que había un raro muchacho que era muy técnico en la batería, así que decidimos ofrecerle una audición” afirmó Geddy Lee antes de su contratación.

Neil Peart ingreso a Rush y “Fly By Night” fue el primer álbum de estudio que grabó. El éxito masivo se le hizo esquivo al grupo hasta 1981, donde el disco “Moving Pictures”, de un estilo más hardrockero, fue el que los catapultó hacia la fama y el reconocimiento de la prensa.

Una vez dejadas atrás las obras más conceptuales y atmosféricas de fines de los 70´s, la nueva década los recibió con una popularidad mayor en Estados Unidos. Tal continuaba la timidez de Neil que, más allá de ser el principal letrista de los temas de Rush, siempre se mostraba distante de sus compañeros. En las giras era el único reacio a dar autógrafos o sacarse fotos con los fanáticos. En 2010, Geddy Lee recalcó: “Por más años que Neil pase en la banda, siempre será el chico nuevo”.

En 1997, con más de dos décadas de trayectoria y más de una docena de discos lanzados, fallece su única hija en un accidente vehícular. Por si fuera poco, unos meses después de este acontecimiento la esposa de Neil fallece de cáncer, por lo que el grupo decide tomarse un impasse. Neil, inmerso en el dolor, decidió emprender un viaje en motocicleta por Norteamérica para sobrellevar los duelos y desintoxicarse de los escenarios.

Señales

Arizona en verano pegaba más que nunca, sólo llevaba lo básico en la moto y un puñado de dólares para subsistir. Se acercó a una aldea Apache, de las pocas que aún quedaban en pie, para pedir un poco de agua. Mientras reposaba debajo de un árbol, trataba de juntar fuerzas para volver a la ruta. Se miró las manos con callos y pensó que en ese estado, le costaría agarrar las baquetas. No precisó más.

Para el 2001, Neil Peart decidió volver a Rush y un año más tarde editaron “Vapor Trails”. Neil pudo rehacer su vida, tener otra hija y finalmente en 2015 el grupo llegó a su fin y con esto, el retiro de la música. “Al igual que los atletas, llegó el momento de retirarme del juego”, afirmó por aquel tiempo.

El 7 de enero de 2020 y a sus 67 años, Neil Peart falleció de un tumor cerebral, tras luchar con la enfermedad por más de tres años. El estilo camaleónico de tocar de Neil quedará por siempre y cómo el gran batero de Sons Of Apollo (ex Dream Theater), Mike Portnoy confirmó tras su partida: “fue una inspiración para todos nosotros, siempre será nuestro héroe caído”.