En la nochebuena de 1945, a tres meses de que finalizara la segunda guerra mundial, nació Ian Fraser “Lemmy” Kilmister, una de las eminencias más destacadas que ha presenciado la historia del rock a nivel internacional. A los 70 años de edad, el ícono británico dejó un legado de 22 discos de estudios y 40 años ininterrumpidos con la banda que él mismo fundó y convirtió en leyenda.
El conjunto de Lemmy mezclaba condimentos provenientes del blues, hard rock y punk rock y, aunque siempre rechazó la etiqueta de heavy metal aludiendo que sólo hacían “rock and roll”, Motörhead se destacó por un estilo rápido y estruendoso que abrumó la escena rockera de principios de los años 70′. La constante innovación de la banda sirvió de gran influencia para la posterior creación de subgéneros como el speed metal y el thrash metal, siendo uno de los primeros grupos en introducir el doble bombo con “Overkill” en 1979.
El último recital que brindó en Argentina fue el 2 de mayo de 2015 en el Monsters of Rock junto a Ozzy Osbourne y Judas Priest, donde hizo gala una vez más de sus más grandes clásicos, como “The Chase Is Better Than the Catch”, “Ace of Spades” y “Stay Clean”. Para entonces, su salud ya venía acumulando diversos problemas relacionados a la diabetes y la hipertensión, por lo que se le notó el desgaste físico, viéndose obligado a cancelar previamente su presentación en Brasil.
Pero este veterano de mil batallas demostró que podía continuar su carrera al dar a luz un nuevo álbum el 28 de agosto de 2015 bajo el nombre de “Bad Magic”, que se diferenció por contar con un proceso de composición y grabación distintos a los demás trabajos de Motörhead. “Esta vez nosotros estábamos en el estudio escribiendo el disco y tocándolo todos juntos. Antes, solíamos estar en una sala de ensayos, escribiendo las canciones y recién ahí íbamos a grabarlas. Solemos escribir de una forma muy espontánea, y este álbum es probablemente más espontáneo que cualquier otro trabajo de Motörhead”, declaró Mikkey Dee en una entrevista para la prensa.
Poco después del fallecimiento del ex baterista de la banda, Phil “Philthy Animal” Taylor, dado a conocer el 11 de noviembre de ese mismo año, le llegaría el turno a Lemmy, tan sólo cuatro días después de cumplir los 70, un 28 de diciembre, a consecuencia de un cáncer diagnosticado pocos días antes. Mikkey Dee anunció la cancelación de nuevas grabaciones, lo que quedaba de la gira y la disolución de Motörhead. Hoy su legado continúa vivo en los corazones de millones de fanáticos, pero también por parte de muchos artistas que lo siguen recordando al rendirle tributo. Tal es el caso de Metallica con su canción “Murder One”, presente en el último disco “Hardwired…To Self-Destruct”, “They Played Rock And Roll” de Saxon o “It’s All For Rock’ N Roll” de los australianos Airbourne.
Datos curiosos para recordar a Lemmy Kilmister
1. Popularmente se cree que su apodo, “Lemmy”, tiene su origen en que cuando era niño pedía prestado dinero y solía repetir la frase “lend me a fiver” (prestame cinco dólares), por lo que “lend me” se transformó en “Lemmy”. Sin embargo, él mismo insistió varias veces que esa no era la razón de su sobrenombre, sino que este se remonta a sus solitarios días en la zona rural de Gales, años ’60, donde diversos lugareños lo bautizaron así.
2. Lemmy siempre se declaró un gran fan de The Beatles y comentaba que cuando los vio tocar tomó la decisión de dedicarse a la música. Una vez contó una particular historia sobre aquellos días: “En un show de The Beatles en The Cavern Club alguien en la audiencia gritó: ‘¡John Lennon es un maldito marica!’. John bajó gritando: ‘¿quién dijo eso?’ y respondieron: ‘yo lo hice’. John fue tras él y le pegó ¡dos veces! el joven cayó en una masa de sangre, mocos y dientes. Luego John volvió al escenario”.
3. A finales de los ’60, previo a su consagración como músico, Lemmy formó parte del staff de Jimi Hendrix preparando sus guitarras y recogiendo los pedacitos que quedaban después de la destrucción que dejaba al terminar sus shows. Así lo recordaba Lemmy: “Cuando actuaba, era mágico. Lo observabas y el espacio y el tiempo se detenían. Después de que tocaba teníamos que reparar sus pedales porque él simplemente los pisoteaba en el escenario y así tenías que arreglar las cosas, volver a armarlas. Maldito asesino”.
4. Fue profesor de Sid Vicious antes de que éste se convirtiera en el reconocido ícono del punk, aunque en aquel entonces Lemmy no tenía muchas esperanzas con él: “Sid Vicious vivió en mi apartamento durante un par de meses e intenté enseñarle el bajo, pero no tenía esperanza. Un día llegó diciendo: ‘conseguí trabajo con los Sex Pistols’ y entonces me reí: ‘genial, ¿Como parte del equipo de gira? ni siquiera podés tocar el bajo’.
5. Lemmy coleccionaba regalía militar alemana de la segunda guerra mundial, lo que se evidenció en la Cruz de Hierro que tenía incrustada en su bajo. Esto llevó a que recibiera acusaciones de simpatizar con el nacionalsocialismo. Sin embargo, él mismo declaró que no era “nazi” y que recogía los recuerdos porque le gustaban (esto fue una práctica común por parte de los soldados estadounidenses y británicos, los cuales se llevaban todo tipo de recuerdos del enemigo una vez finalizadas las batallas). En respuesta a las críticas Lemmy respondió: “¿Cuál es el problema? La gente parece confundirse con los uniformes y ser nazi. Soy la persona menos nazi que podrías conocer. Soy lo opuesto de un Nazi. Es solo que tenían los mejores uniformes, el mejor equipo. No querrías coleccionar los uniformes del ejército belga, ¿o sí?”. Lemmy se consideraba anarquista, libertario y estaba en contra de la religión, el gobierno y toda autoridad establecida.
Comentarios