Como tercer álbum de estudio, Almafuerte presentó en agosto de 1998 la obra auto referencial que terminaría de definir tu estilo, a la vez que honra el pasado de su líder, Ricardo Iorio.

“Esta canción quiere tu nombre llevarse”, reza el verso inicial de “Almafuerte”, el tema de apertura del disco “Almafuerte”. Esta referencia tiene una connotación simbólica: Ricardo Iorio, creador del conjunto luego de la separación de Hermética, tomó el nombre en homenaje al poeta y maestro Pedro Bonifacio Palacios, conocido también por su seudónimo: Almafuerte, y en esta ocasión el tributo llegó también al nombre del disco en cuestión. Además, la banda ingresa por primera vez a las filas de una discográfica multinacional, dado que Interdisc, el sello con el que la banda tenía acordada la realización del disco, había sido adquirido recientemente por PolyGram (que hoy en día es Universal Music Group). A su vez, la placa contó con la producción de una reconocida figura del rock nacional, Ricardo Mollo, guitarrista y cantante de Divididos, convocado personalmente por Iorio para la tarea.

“Mano Brava”, abre la placa con un riff sabbathiano a cargo de Claudio “Tano” Marciello, el infaltable ladero de Iorio, en un tema pesado y de sonido sumamente grave, relatando la baraja de cartas en la que Ricardo se asegura la carta ganadora ya desde el comienzo de la placa. El homónimo “Almafuerte” es el segundo tema, con un ritmo rápido que se ralentiza en el estribillo, mientras el letrista relata su encuentro con la estatua del poeta en San Justo, punto periférico del oeste del conurbano bonaerense, zona geográfica que vio nacer a ambas plumas. “Hice mío tu nombre, Almafuerte”, vocifera Iorio sobre la inspiración para el bautismo de su tercera banda, luego de darle vida a V8 y Hermética, conformando la tríada sagrada del metal argento.

Y si en esas dos primeras bandas destacaba el sonido veloz y filoso, lo que encontramos en su faceta con Almafuerte es la búsqueda permanente de la sonoridad pesada. Para muestra, llega “Triunfo”, la tercera canción del disco, con un riff demoledor que invita al headbanging mientras que Iorio aprovecha la ocasión para enviar “amistosos” saludos a sus ex compañeros de Hermética. El tema, generador de polémica en aquellos años al acusar de traidores y mentirosos a los restantes miembros de “la H”, permite además apreciar la excelsa técnica de Marciello en un espectacular solo de guitarra.

Una vez pasada la descarga de furia, Ricardo muestra una faceta opuesta en el track siguiente: “Se Vos”. El tema reúne todos los componentes que una balada a medio tiempo debe tener: buena melodía, un gran solo y el parsimonioso encanto de la palabra recitada. Pero lo que aquí destaca verdaderamente es la prosa de Iorio: “¿Por qué falsear?, si ser uno es ganar”, es la declaración de principios que quedaría en el inconsciente colectivo de más de una generación metalera. El heavy metal crudo y pesado retorna con “Niño Jefe”, basada en la historia de “El loco de la metralla”, personaje delictivo de principios de los años 90, en un tema sólido, que demuestra el acierto de la incorporación de Walter Martínez en la batería, oficiando de soporte fundamental para la brillantez del trío.

El vocalista y bajista se toma la oportunidad en este disco para reversionar canciones que compuso con Hermética, y así aparecen “Memoria de Siglos”, “Desde el Oeste” (en una excelente versión folclórica) y “Tú eres su seguridad”, algunas de las creaciones más inspiradas de Iorio y que encuentran nueva vida en Almafuerte. “Ser humano junto a los demás” arremete de manera cruda y veloz, mientras que el aroma netamente hard rockero sobrevuela en los riffs de “Del Más Allá”, remarcando la influencia de Marciello en la composición, y señalando también las puertas creativas que se permitiría abordar la banda en futuros trabajos. Para finalizar, llega “Ceibo”, una guitarreada a cargo del Tano, en donde el tango, el folclore y el heavy metal dialogan de manera excelsa. Con “Almafuerte”, la banda liderada por Ricardo Iorio ofreció una declaración de principios, una proclama autorreferencial y un presagio de su futuro inmediato, para que guarde quien siente.

El legado de “Almafuerte”, de Almafuerte:

“Almafuerte” consolidó la posición de Almafuerte como la banda más destacada de la escena pesada argentina hacia finales de los 90, a la vez que terminó de erigir la figura de Ricardo Iorio como el compositor más importante del heavy metal argentino.

El disco presentó algunos de los más grandes clásicos de la banda, como “Se Vos” (que trascendería los límites del género), “Triunfo” o el homónimo “Almafuerte”, temas recurrentes en las presentaciones en vivo de Almafuerte. Asimismo, los fanáticos de la música pesada encontraron renovadas versiones de algunos de los himnos más importantes del metal nacional, como “Tu eres su seguridad”.