Del soul afroamericano al hard rock alemán, el clásico popularizado por Soft Cell tuvo un solo gran éxito, pero muchas vidas.
Para cuando Soft Cell convirtió la canción “Tainted Love” en un éxito global, el tema ya se había popularizado en los clubes del norte del Reino Unido gracias a Richard Searling, un DJ que había adquirido una copia del sencillo durante un viaje a Estados Unidos en 1973 y que encontró en esa olvidada pieza musical un sonido que encajaba a la perfección con la escena británica de la época.
Sin embargo, la historia de la canción no comenzó pero tampoco terminó con Soft Cell. Si bien la versión del dúo de synth pop continúa siendo hasta hoy un himno de los años 80’s, sus orígenes se remontan hasta dos décadas antes, en plena efervescencia del R&B afroamericano en Estados Unidos.
Escrita por Ed Cobb, “Tainted Love” había sido originalmente compuesta para el grupo The Four Preps, pero fue la cantante Gloria Jones —quien con los años sería apodada “la reina del Northern Soul”— quien terminó por grabarla e incluirla en el lado B de su single “My Bad Boy’s Comin’ Home”.
Lo que sucedió con la canción es lo que suele pasar con muchas que luego se transforman en clásicos: fue ignorada en su época pasando casi desapercibida, pero encontró una segunda vida inesperada años después de la mano de Searling y, posteriormente, de Soft Cell.
A lo largo de las décadas, el tema siguió reinventándose en manos de artistas muy diversos: desde la versión oscura e industrial de Marilyn Manson en 2001, hasta la pop y sensual de The Pussycat Dolls en 2005, que le dio un toque contemporáneo y urbano. Habiendo encontrado nueva forma en tantos géneros diferentes fue finalmente en 2011 que “Tainted Love” completó su metamorfosis en el terreno del rock y el metal, de la mano de nada más y nada menos que de Scorpions.
Incluida en Comeblack (2011), un disco que combina regrabaciones de sus propios clásicos y covers de canciones que los influenciaron, Tainted Love se convierte en parte de un proyecto de revisión y homenaje: un trabajo en el que Scorpions revisita su historia con un sonido más moderno — impulsado por el uso de herramientas digitales — mientras rinden tributo a temas icónicos que marcaron su carrera.
Al igual que lo que sucedió con la versión original de Gloria Jones, el cover de Scorpions no tuvo gran repercusión, pero es la potencia y la calidad sonora características de la banda lo que la convierten en una de las reversiones preferidas para quien se la encuentra.
Como aquella copia perdida encontrada en una disquería, esta versión también espera ser redescubierta. Y cuando eso ocurre, confirma que “Tainted Love” sigue siendo una canción capaz de adaptarse, sorprender y conectar, sin importar el estilo ni la época.
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