Crónica: Roberto Isa / Fotos: Gallo Bluguermann
La banda californiana volvió a ofrecer un show en Argentina luego de tres años, desplegando sus himnos ante una multitud en el Palacio Ducó.
Con una discografía repleta de hits, Green Day se erigió como una de las bandas de rock más importantes de las últimas décadas. Desde aquellos inicios donde la energía punk predominaba, hasta las obras con tintes de rock ópera del nuevo siglo, el trío conformado por Billie Joe Armstrong en voz y guitarra, Mike Dirnt en bajo y el baterista Tré Cool, supo mantener una presencia constante en la gran escena, amparados entre otras cosas por sus vibrantes presentaciones en directo. En el marco del “The Saviors Tour”, recorrido mundial presentando “Saviors” (su último disco, editado el año pasado) los estadounidenses se encargaron de ponerle calor a la fría noche porteña el pasado miércoles 3 de septiembre en el estadio de Huracán.
Los encargados de iniciar la ceremonia fueron los históricos punks locales 2 Minutos, quienes ofrecieron un breve pero contundente repaso por sus temas más reconocidos, inaugurando los primeros pogos entre el público. Luego vino el turno de Bad Nerves, los invitados de Green Day para abrir sus conciertos en el continente. Los ingleses, combinando melodías pegadizas con el estruendo rockero, se ganaron ovaciones sustentados en un gran carisma sobre las tablas.
Puntualmente en el horario pautado de las 21 horas, las luces del estadio se apagaron y comenzó a sonar “Bohemian Rhapsody”, el clásico inmortal de Queen que Green Day utiliza como apertura de sus shows, siendo coreado desde todos los rincones de la cancha. Instantes después, Green Day irrumpió en escena, con los potentes acordes de “American Idiot”, aquel gran éxito del disco homónimo del año 2004, surgido como una declaración de protesta contra el gobierno de George W. Bush, y que al día de hoy se presenta adaptado en una proclama anti-Trump: “No soy parte de la agenda MAGA” (Make America Great Again, eslogan del presidente), exclama Billie Joe en una adaptación temporizada de la letra. De inmediato le sucedieron las potentes y muy festejadas “Holiday” y “Know Your Enemy”, esta última con la presencia de una afortunada fanática, subida por el mismo Armstrong al escenario para cantar la canción.
“Boulevard of Broken Dreams” sirvió de muestra de la cara más grandilocuente del conjunto: se trata de una composición repleta de detalles, perfectamente ejecutada en vivo, con el amparo de los músicos de apoyo para las presentaciones en directo, ya que además del trío oficial, acompañan los guitarristas Jason White y Kevin Preston, junto al tecladista Jason Free. Además de instrumentistas, los citados músicos aportan coros, haciendo de Green Day una verdadera orquesta sonora donde no quedan espacios sin rellenar. Entre “Welcome to Paradise” y “Hitchin’ a Ride”, Billie Joe tomó el centro de la escena para ejecutar el riff de “Iron Man”, de Black Sabbath, en un efectivo homenaje al eterno Ozzy Osbourne. También hubo mención a otro grande, pero del fútbol: el cantante tomó una bandera con la imagen de Messi besando el logo de “American Idiot” en lugar de la copa del mundo, y soltó: “Messi, tenés que irte de Florida ahora mismo”, en otra clara toma de posición política sobre la interna estadounidense.
En un recital donde los clásicos se sucedían sin parar, uno de los puntos más altos llegó con la tríada ganadora de “Dookie”, el disco que los impulsó al estrellato en 1994, con los himnos “Basket Case”, “She” y “When I Come Around”, que pusieron a todo el estadio a cantar sus letras al unísono. También hubo tiempo para la época fundacional de la banda, con “Going to Pasalacqua”, del álbum debut, “39/Smooth”, de 1990. “Wake Me Up When September Ends”, uno de sus mayores éxitos, apareció para anunciar el inicio del tramo final del concierto, mientras las luces de los celulares acompañaban a la letra cantada por Billie Joe.
La banda se tomó un momento para ponerle base al clásico “olé, olé” del público durante “Bobby Sox”, del último disco, en lo que amagaba ser el cierre del show, con el falso saludo antes del bis definitivo, que llegó de la mano de “Good Ridance (Time of Your Life)” como despedida. Armstrong, tocando el tema en solitario, le canta al público “espero que hayas tenido el mejor momento de tu vida”. Quizás no tanto, quizás sí, pero lo cierto es que quienes asistieron a esta nueva presentación de Green Day en Argentina disfrutaron de un excelente momento, y quedaron a la espera de más por venir.
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