El histórico bajista de Megadeth se presentó de manera solista, para realizar un repaso de clásicos de la legendaria banda, como parte de su gira “Basstory”, con la que visitará gran parte de Latinoamérica.

Decir David Ellefson es decir Megadeth. Es que el artista forma parte de la renombrada agrupación desde su fundación, más allá de algún breve período fuera de la misma. Por ello, no dejaba de resultar una rareza encontrarlo en su versión unipersonal, en su paso por Argentina la noche del pasado 4 de diciembre.

Los encargados de abrir el show fueron IAN, la banda liderada por el ex Rata Blanca Mario Ian, quienes tuvieron una brillante performance. Para el acto central, Ellefson salió al escenario en solitario, ejecutando el riff de “Dawn Patrol”. Para la fecha en Argentina, que tendría una nueva función al día siguiente, se sirvió del acompañamiento de los músicos locales: Javier Viñas y Emanuel López en guitarras, Adrián Espósito en batería e Iván Sencion en voz, con quienes realizó clásicos de Megadeth como “Tornado of Souls”, “Skin o’ my Teeth” y “Angry Again”.

El debut solista de Ellefson titulado Sleeping Giants editado en julio de este año a través de Combat Records, estuvo representado por las canciones “If you were God” y “Feel Your Pain”, antes de un momento destinado a recibir preguntas por parte de la audiencia. Allí, en un tono por demás ameno, declaró no estar seguro acerca de cuándo Megadeth regresará a nuestro país, pero que espera que sea “durante el próximo año”, mencionó además los planes de continuar proyectos junto al ex Judas Priest K.K. Downing y confirmó la intervención de Shawn Drover, ex baterista de Megadeth, para su regreso a la banda; “fue muy amable de su parte”, dijo, mencionando el gesto de Drover.

Después de ejecutar “Hangar 18”, el bajista también se encargó de hacer un homenaje a las bandas que lo formaron, con temas como “Paranoid”, de Black Sabbath, y “Wrathchild”, de Iron Maiden. Como también lo hizo “Anarchy in the UK”, el clásico de Sex Pistols, ya que, según afirmó el mismo Ellefson, “el punk rock siempre estuvo presente en nuestros inicios”. Finalizando el show, los clásicos “Symphony of Destruction” y “Peace Sells” se encargaron de cerrar lo que en principio se presagiaba como una clase instrumental y terminó siendo el aperitivo ideal para calmar las expectativas (momentáneamente, al menos), de una nueva visita de Megadeth.

 

Foto: Leo Rocca