Crónica: Julieta Güerri / Fotos: Maru Debiassi

Los ex Riff se presentaron juntos en una fecha única que incluyó lo mejor de sus carreras

Para finales de 1985, después de haber visto un show de La Banda Marrón en un bar de Lanús, Vitico llamó a JAF por teléfono y lo convocó para tocar con Riff. 40 años y mucha historia después de ese llamado, los músicos compartieron escenario una vez más el pasado sábado en el Teatro Flores.

Aunque el paso de JAF por la banda duró solamente 10 meses, la inconfundible potencia de su voz y sus habilidades con la guitarra dejaron una huella innegable en su historia, con “Elena-X” como perfecto ejemplo de esto. Luego de dejar el grupo, JAF se concentró en su carrera como solista llegando a grabar (hasta el momento) 15 álbumes de estudio.

Acompañado de su hija Virginia Ferreyra en guitarra, Hugo Mense en bajo y Ricky Alonso en batería, abrió la noche con un setlist que se detuvo en varios puntos claves de esta fructífera y premiada carrera. Desde “Diapositivas” de 1990, hasta “Nocivo” de su último álbum homónimo de 2022, pasando por su emblemática versión del tema de Eric Clapton “Maravillosa esta noche” y hasta un cover de “Whole lotta love”, de Zeppelin, JAF llevó al público a través de un recorrido lleno de emociones. Respetuoso, cálido y agradecido, el guitarrista transmitió también mensajes de unión, paz y concientización entre canción y canción.

Cerca de las 22 hs, el escenario volvió a iluminarse para Vitico, quien, junto con Los Leones —formación integrada por Alejandro Soto en batería y los hermanos Pistarelli, Demon y Pollo en guitarra y coros—, irrumpió con la potencia característica del rock and roll de Riff. Desde 2023, Vitico y Los Leones despliegan un repertorio cargado de lo mejor de la mítica agrupación de Pappo y se mantienen fieles a la esencia del sonido que lo consagró. En la primer parte del show, sonaron clásicos como “Macadam 3… 2… 1… 0…”, “En la ciudad del Gran Río”, “No detenga su motor” y “Sordidez”.

El momento más especial de la noche ocurrió cuando JAF fue invitado a subir al escenario para tocar junto al Canciller dos temas del Riff VII, único disco en el que el guitarrista participó: “La espada Sagrada” y “Ex-terminador”. La interpretación a dos voces de estas canciones generó una mezcla de nostalgia y euforia en la gente, que coreó las letras con fuerza. Ese instante, cargado de historia y sentimiento, fue sin dudas el clímax de la velada.

La noche contó también con la participación de Nico Bereciartua, el hijo de Vitico que, cuando no está girando con The Black Crowes acompaña desde hace años a su padre sobre el escenario. Con miradas y sonrisas cómplices, tocaron juntos “Sube a mi voiture” y “No obstante lo cual”, antes de dar paso a la última parte del show.

Luego del icónico ida y vuelta con el público en “Ruedas de metal” y de la versión extendida de “Mucho por hacer”, la banda se desvió un poco del repertorio Riffero para cantar “Sucio y desprolijo”, tema original de Pappo’s Blues. Para el cierre definitivo, y con Nicolás nuevamente sobre el escenario, sonó “Susy Cadillac”, el mayor éxito de Riff.

Los músicos se despidieron del escenario con una reverencia y el telón se cerró, pero la gente no se fue: permanecieron un rato más en el recinto, algunos levantando sus puños y otros agitando sus remeras al grito de “¡Y dale Pappo, dale dale Pappo!”: A 20 años de la muerte de El Carpo el 25 de febrero de 2005, artistas y fanáticos están determinados a mantener vivo su legado y asegurarse de que siempre, pero siempre, sea rock.