Crónica: Nicolas Cardinale / Fotos: Pablo Gándara

Fue una larga espera, pero valió la pena. Sirenia volvió a tocar en Argentina luego de seis años y deleitó a sus fanáticos con un amplio repaso por su discografía. La cita fue el jueves 16 de marzo en Mvseo Rock de Liniers, aunque originalmente estaba planeado para realizarse en MOD de San Telmo. Este recital formó parte del “Dim Days Over Latin America Tour”, en el que presentan su último disco, “Dim Days Of Dolor”, lanzado a la venta en noviembre del año pasado. Contó además con la participación de las bandas soporte Cinnamun Beloved y Dæmon Lost.

El conjunto noruego arribó a Buenos Aires luego de haber hecho un show en Córdoba. Ya en tierras porteñas, la banda de Morten Veland, el guitarrista Jan Erik Soltvedt y el baterista Jonathan Pérez, demostró todo de lo que es capaz y, con un sonido potente que no hizo sentir la falta de un bajista, brindaron un concierto de dieciséis canciones, tanto de su más reciente producción como de los infaltables clásicos, más alguna que otra sorpresa. También presentaron a su nueva vocalista, la francesa Emmanuelle Zoldan, quien reemplazó a la española Ailyn Giménez a mediados del año pasado (aunque ya trabajaba con el conjunto desde 2003 como parte de los coros). Los músicos se mostraron muy activos con el público e incluso bajaron del escenario para estar más cerca, mientras reproducían su setlist.

A pesar de haber sido un recital muy poco concurrido (con suerte superó las cien personas), el recinto estalló ante la salida de Veland al escenario y con el comienzo de “Serpent”, canción que abrió la velada. Otros temas como “Lost In Life”, “Meridian”, “My Mind’s Eye”, “The Other Side” y The Path To Decay”, fueron muy coreados por el público. Yendo a los tracks de su último álbum, ejecutaron “Dim Days Of Dolor”, “Goddess Of The Sea” y “Ashes To Ashes”. Pero también hubo lugar para temas inéditos, como “Treasure n’ Treason” y “Elusive Sun”, y también para una sorpresa inesperada, como lo fue “My Lost Lenore”, canción perteneciente al primer álbum de la banda Tristania, “Widows Weed’s”, a la cual Veland perteneció (y es miembro fundador en 1995) hasta su salida en el año 2000.

Aunque la performance de los músicos fue decente, la poca concurrencia hizo que no se haya sentido el clásico aliento que el público argentino suele mostrar. Si bien antes se mencionó que la falta de un bajista no se notó, su presencia hubiera hecho que el espectáculo haya sido de mayor calidad, aunque es algo que ya viene pasando desde hace mucho tiempo con este conjunto. Pero nada de esto impidió que la gente se fuera de Mvseo Rock con un grato recuerdo, el cual deberán atesorar en sus mentes ya que, debido a la escasa asistencia, es posible que Sirenia no regrese en un buen lapso de tiempo, pero hay que cruzar los dedos para que el redactor de esta nota se equivoque.
 
 
 
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