Crónica: Roberto Isa / Fotos: Ake Music

El legendario guitarrista visitó nuevamente el país con su formato solista. Acompañado del siempre correcto Myles Kennedy, el hombre de la galera repasó algunos hits y presentó varias novedades.

La velada se presagiaba incierta en la otoñal Buenos Aires, ya que las nubes amenazaban desatar tormentas, rayos y centellas. Algunas incertidumbres pero una única certeza: esa noche presenciaríamos un muy buen acto de rock. Porque si hay algo que está garantizado con Slash en el escenario es que la velada será, como mínimo, entretenida. Es que el oriundo de Londres pertenece a una estirpe (ganada a fuerza de fogonazos escénicos) casi en vías de extinción para la música masiva; la del Guitar Hero. Esos héroes de la guitarra, como Hendrix, Page, Young y tantos otros nombres ilustres, a los que el melenudo supo equipararse hace ya varias décadas, no abandonando jamás su lugar destacado en la consideración del gran público rockero.

Esta vez, la razón principal de la visita a nuestras tierras fue la presentación de su más reciente trabajo, “Living the Dream”, disco que lo reúne nuevamente con el cantante de Alter Bridge, Myles Kennedy, y The Conspirators, los escuderos del equipo. La mini gira por Argentina los llevó a tocar en Mendoza, Córdoba y Rosario, antes del desembarco en Buenos Aires, con la finalización de la misma en el estadio GEBA.

Ya habían pasado los locales Neuroina, con su propuesta hard rockera de tintes noventosos, y los siempre presentes Coverheads, castellanizando algunos hits mundiales. El cierre de estos últimos con “Heroes”, el clásico de David Bowie, daba el pie ideal para lo que todos esperaban: la aparición de su héroe de la guitarra. Y entonces salió al escenario, enfundado en la tradicional galera y armado de la manera más letal: con su infaltable Gibson Les Paul.

Así se daba inicio al recital, con la potente “The Call of the Wild”, también apertura de “Living the Dream”. Le siguieron las poderosas descargas de “Halo” y “Apocalyptic Love”, ambas del disco que da nombre a esta última. Esta primera parte del recital se centra en la más reciente producción del conjunto, y así fueron sucediéndose temas de la última placa como “My Antidote”, “Serve You Right” o “Boulevard of Broken Hearts”. En estas nuevas canciones se demuestra que la dupla Slash-Kennedy se complementa a la perfección, ya que el violero encuentra un partener perfecto en las interpretaciones del tenor ligero nacido en Boston.

La base rítmica, compuesta por el bajista Todd Kerns, el baterista Brent Fitz y el guitarrista Frank Sidoris, es sólida y precisa, verdaderos soportes de la estructura. Pero si uno de ellos merece una mención aparte sin duda ese es Kerns, el arma secreta del quinteto. El pelilargo bajista no solo cumple con suficiencia su labor en las cuatro cuerdas, sino que también aporta lo suyo desde el micrófono. Es que, además de ocuparse de las segundas voces en casi todos los temas, asume de manera notable el liderazgo vocal en un par de canciones, tal es el caso de “We’re All Gonna Die” y “Dr Alibi”, incluidas en el disco “Slash & Friends”, originalmente cantadas por Iggy Pop y el inmortal Lemmy Kilmister.

Uno de los puntos más altos de la noche llegó con “Wicked Stone”. Dicha canción (una de las más destacadas del disco anterior, “World on Fire”) encuentra una nueva dimensión en su versión en directo. El extenso solo (cercano a los diez minutos) mantuvo a todos los presentes atentos a cada recorrido por el diapasón de su guitarra, intercalado con una sonora ovación del público. Un Slash de rodillas ante la multitud continuaba desplegando talento y emoción, en una magistral clase en vivo y en directo, cuando la lluvia ya era una certeza, y también lo era que estábamos ante una gran demostración de rock, y sobre todo, de cómo se toca la guitarra de rock. El público obtuvo lo que vino a buscar y Slash lo sabe: su leyenda está intacta.

Con ya tres discos en su haber (y sus correspondientes giras mundiales), la formación alcanzó una destacada maduración colectiva, que le permite mostrarse sólida y precisa en todo momento. Así, llegando al epílogo del show, se sucedieron con notable contundencia los estrenos “Mind Your Manners” y “Driving Rain”, y la genial y blusera “By the Sword”.

Antes de iniciar la gira, Slash comentó que este tour prácticamente no incluiría temas de Guns N’ Roses en los setlists, y hay algunas buenas razones. Por un lado, su reincorporación a la banda, pero, sobre todo, se debe a que su versión solista cuenta con material suficiente para ofrecer un repertorio más que interesante. Por lo tanto, no fue sorpresa que solo un tema Gunner se haga presente, y ese fue “Nightrain”, aquella escuela de rock andante mencionada por el mismo Slash como una de sus favoritas de siempre para tocar en vivo.

El final llegó de la mano de “Anastasia”, ese gran tema de introducción acústica, cercana al neoclásico, que abre paso a melodías certeras y riffs arrolladores. La canción, presente en el disco “Apocalyptic Love”, se convierte en un más que digno final para el espectáculo. El año 2019 marcó el “fin del juego” para muchos superhéroes, pero hay algunos, como Slash, que siguen jugándolo de la mejor manera.