Crónica: Julieta Güerri / Fotos: Ale Reggiani
Fabio Lione se presentó en Uniclub como parte de su gira “Río de la Plata 2024”, brindando un espectáculo de altísimo nivel.
El italiano, conocido principalmente por su trabajo en bandas como Angra y Rhapsody of Fire, estuvo acompañado en esta ocasión por jóvenes talentos locales: Martín Gastaldi y Pehuén Berdún en las guitarras, Pato Flores en bajo y Ulises Ochova en batería.
La voz de Fabio, que parece desafiar el paso del tiempo, se adaptó perfectamente a cada una de las canciones que sonaron esa noche. El setlist que trajo fue sin duda un viaje épico por las diferentes etapas del metal, abarcando su carrera pero también incluyendo homenajes a otros grandes del género.
La noche comenzó con “Dawn of Victory” de Rhapsody, un himno absoluto del power metal que desató la energía del público desde el minuto uno. A partir de ahí, Lione llevó a la audiencia por un impresionante recorrido por una seguidilla de covers que incluyeron clásicos del metal y el rock. Destacaron entre ellos “Judgement Day” de Whitesnake y “Wasted Years” de Iron Maiden, con la que los músicos rindieron tributo a algunas de las bandas más influyentes del metal británico.
El viaje continuó con “You Give Love a Bad Name” de Bon Jovi, un tema que trajo la energía y el dinamismo del hard rock, y para bajar un cambio estuvieron “Still Loving You” de Scorpions y “Tears of the dragon” de Bruce Dickinson. Estas interpretaciones fueron una demostración de la habilidad de Lione para adaptarse prácticamente a cualquier estilo y su manera de celebrar a las leyendas de la historia de la música.
Sin embargo, la noche no fue solo un viaje al pasado: hubo espacio también para sus trabajos más recientes con Angra, interpretando temas como “Nova Era” y “Rebirth” y “Send me an angel” y “Violet Loneliness” de su etapa con la banda Vision Divine. De esta manera, la nostalgia de los años gloriosos de Rhapsody se mezcló perfectamente con la frescura de su trabajo más actual, creando una dinámica que mantuvo al público cautivado de principio a fin.
La calidez con la que Lione interactuó con el público es otro punto a destacar. A pesar de haber tocado en los escenarios más grandes del mundo, Fabio se mostró cercano, agradecido y genuinamente emocionado por lo que estaba viviendo esa noche. Entre canción y canción, se tomó el tiempo para agradecer a los fanáticos, compartir anécdotas de sus años de carrera y cosas vividas junto a otros músicos. Todo esto hablando un perfecto español.
Durante la parte final, Lione interpretó otros tres clásicos de Rhapsody, dándole a la noche —que ya había estado a la altura de su trayectoria— un cierre magistral. Con “Lamento Eroico”, “Holy Thunderforce” y “Emerald Sword”, quedó más que claro (por si a alguien le quedaban dudas) por qué el italiano es considerado una de las voces más distinguidas del metal. Su interpretación fue un despliegue de pasión y técnica que dejó a todos extasiados, celebrando el legado que supo construir a lo largo de los años.
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