Antes de dejar su huella en el mundo de las portadas de libros, Don Brautigam ya tenía un recorrido en la industria musical. Sus primeros trabajos incluyeron ilustraciones para discos de James Brown y Chuck Berry, pero fue en el hard rock y el metal donde encontró su espacio definitivo. En 1986, su arte para “The Dark” de Metal Church marcó un punto de inflexión, llevándolo a colaborar con artistas como Ace Frehley, Mötley Crüe, AC/DC y Anthrax. Sin embargo, su obra más destacada llegaría cuando Metallica le encargó la portada de “Master of Puppets”.

Lanzado el 3 de marzo de 1986, “Master of Puppets” fue el tercer álbum de Metallica y el último con Cliff Burton en el bajo antes de su trágica muerte. Producido por Flemming Rasmussen y grabado en Dinamarca, el disco llevó el sonido de la banda a un nuevo nivel de complejidad, consolidándolos como líderes del thrash metal. Su impacto fue inmediato, convirtiéndose en el primer álbum del género en obtener certificación de platino sin apoyo radial o videoclips en su promoción.

El concepto de la portada nació de una idea compartida entre la banda y su manager, Peter Mensch, pero fue el boceto de James Hetfield el que le dio forma inicial. Brautigam, maestro del aerógrafo y el pincel, plasmó la escena en acrílico sobre un tablero de ilustración de 17×17 pulgadas. En solo tres días completó la imagen de un campo de cruces blancas atadas a hilos invisibles, manipuladas desde un cielo encendido en tonos rojos y naranjas. Un poderoso reflejo visual de los temas de manipulación y control que atraviesan el disco. Curiosamente, Brautigam nunca escuchó las canciones antes de realizar la ilustración, pero su atención al detalle llevó a que el casco militar en una de las cruces se alineara con la temática antibélica de “Disposable Heroes”. Además, en la esquina inferior derecha de la portada, justo encima de la “S” de “Puppets”, dejó su firma con las iniciales “DB”, un detalle sutil que marca su contribución a esta obra.

La pintura original quedó en manos de Jon y Marsha Zazula, fundadores de Megaforce Records, quienes fueron clave en la carrera temprana de Metallica. Años después, en 2008, la obra se subastó por 35.000 dólares en Christie’s, consolidando su estatus como una pieza de colección. Pero su valor va más allá de lo monetario: es una de las portadas más reconocibles en la historia del metal y una representación visual de un disco que redefinió el género. En 2016, “Master of Puppets” fue incluido en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso, un reconocimiento que reafirma su importancia cultural.

 
Portada Master of Puppets de Metallica