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Tesseract / Sonder
Kscope, 2018
Los británicos Tesseract conforman la ola de bandas que han irrumpido con fuerza en esta década, junto a otros tantos nombres como Leprous o The Contortionist, con su particular estilo de Metal Progresivo emparentado con Messhuggah y Mastodon por sus riffs entrecortados, sus complicadísimas bases rítmicas (estilo que algunos han optado por llamar Djent) y sus climas atmosféricos, ensalzados con unas líneas vocales que remiten mucho a Tool. Para su cuarto LP, la banda sigue la línea de su antecesor “Polaris” (2015) donde los liderados por el vocalista Daniel Thompkins apuestan más por crear pasajes melódicos estilo ambient que a la fuerza de sus riffs cerrados. A pesar de contar con momentos interesantes como “Juno” o “The Arrow”, el disco no termina de convencer del todo y deja la sensación de que Tesseract se han quedado confortablemente adormecidos en su fórmula. Para quienes quieran iniciarse con la banda, mejor arrancar con cualquiera de sus tres antecesores.
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