Knotfest, el festival creado por Slipknot y reconocido como uno de los más grandes del metal a nivel mundial, hizo su debut en Argentina con un imponente cartel que incluyó a Amon Amarth, Meshuggah y Baby Metal.
El sábado auspiciaba un excelente clima para garantizar que la experiencia sea impecable. El predio (el enorme Parque de la Ciudad) mostraba ya una gran concurrencia en las primeras horas de la tarde, cuando pasaron los actos locales NVLO y Arde La Sangre. El sonido a esa altura ya había despejado todo tipo de dudas: fuerte y claro, lo que sería una constante a lo largo de la jornada.
Para las 16 horas llegaba el turno del primer show internacional del festival, con la original propuesta de Baby Metal, quienes brindan un espectáculo a pleno heavy metal y coreografías. Sí, combinados. Las agudas voces de las cantantes se complementan con las graves distorsiones, con ciertas reminiscencias a los soundtracks del anime, por la obvia referencia del país de origen del conjunto. Una banda de excelentes músicos respalda a las 3 vocalistas, brindando una particular pero satisfactoria experiencia.
A continuación, llegaba Meshuggah en su cuarto paso por nuestro país. Combinando composiciones sumamente complejas con buenas dosis de groove y machaqueos a puro thrash, los suecos dejaron en alto el estandarte en temas como “Future Breed Machine”, responsable de uno de los mejores pasajes del show. El difícil desafío de combinar la excelsa complejidad musical con la brutalidad de los géneros más pesados encuentra en Meshuggah a uno de los nombres que mejor llevan a cabo esa tarea en la escena mundial.
Seguido, uno de los principales nombres del festival, Amon Amarth, desplegó su descomunal presentación sustentados en una banda ajustadísima, un frontman (Johan Hegg) carismático para el ida y vuelta con el público, y una escenografía espectacular, por supuesto ambientada en temática vikinga. “Guardians of Asgard” fue la elegida para abrir el show, y con él, de paso inaugurar la lucha a pleno pogo y rondas en el campo.
“The Persuit of Vikings” y “Deceiver of the Gods” demostraron la cuota exacta de pesadez y precisión que ejecuta la banda en vivo, además de mostrar lo bien que se llevan las canciones de Amon Amarth con las grandes concurrencias, antes de que llegara uno de los momentos más particulares de los recitales de Amon Amarth: “Put Your Back Into the Oar”, donde piden al público que se agachen y simulen “remar” una embarcación vikinga. De constante interacción con la audiencia, Hegg celebra con el cuerno en alto durante “Raise your Horn”, aproximándose a un final de recital que cerraría con “Crack the Sky” y “Twilight of the Thunder God”, en lo que fue una sublime demostración de death metal coreable y amistoso para las multitudes, un sello registrado de Amon Amarth, expertos en el arte de brindar buenos espectáculos.
El show central del festival estaba reservado para los maestros de la ceremonia, Slipknot. La banda liderada por Corey Taylor se encuentra festejando sus 25 años de carrera, y para ello se propusieron un regreso a sus raíces, ya que el setlist de la gira se encuentra completamente centrado en su álbum debut, el homónimo “Slipknot”, de 1999. Las 22 horas marcaron el inicio del último acto del festín metalero, y allí salió Slipknot con la demoledora “(sic)”, que también sirve de presentación en nuestras tierras para el baterista brasileño Eloy Casagrande, de pasado en Sepultura, sumado recientemente a las filas de la banda de Iowa.
En lo que se puede definir como un show “para fanáticos”, la banda le permite a sus seguidores apreciar temas de su primer álbum que no suelen estar tan presentes en las listas, pero también permite acercarse al ocasional oyente con clásicos como “Wait and Bleed” o “Purity”. Para el tramo final, en el encore, llegaron las aplastantes “Spit it Out” (con todo el campo saltando en sintonía), “Surfacing” y el cierre definitivo con “Scissors”, otra de las obras más reconocidas del grupo. De esta manera bajaba el telón de la primera edición completa del Knotfest en Argentina, quedando todos los allí presentes a la espera de muchos más por venir.
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