Crónica: Julieta Güerri / Fotos: Maru Debiassi
Dogma y Wind Rose debutan con una mezcla única de estilos y conceptos, conquistando a los fanáticos del metal con su energía y originalidad.
A esta altura de la historia de la música pareciera que todo ya fue dicho y hecho y es difícil creer que aún haya algo que pueda resultar verdaderamente novedoso. Sin embargo, en la noche del 13 de Julio debutaron en nuestro país dos bandas metaleras dispuestas a desafiar esta noción.
El debut tuvo lugar en Uniclub y comenzó con la intimidad de un set acústico del grupo argentino “Hermanos de Sangre”. Pasadas las 20 hs comenzó el show de Dogma, quienes están acompañando a Wind Rose en esta gira por latinoamérica.
Dogma es una banda conformada por cinco mujeres cuya identidad por el momento es desconocida. Debutaron en 2023 con un álbum homónimo de 11 canciones que rápidamente dió que hablar. Su música podría considerarse fundamentalmente heavy metal, aunque también tiene ingredientes del power, del hard rock e incluso el AOR.
La imagen del grupo recuerda mucho a Ghost, ya que las integrantes se presentan vestidas de monjas con corpse paint. Sus letras predican la liberación sexual, el individualismo y la libertad de expresión. A pesar de lo nuevo de su nombre en la escena, Dogma se adueñó del escenario y cautivó la atención de todos los allí presentes. Su performance energética y provocadora quedará en nuestra mente por varios días, mientras intentamos descifrar quiénes son estas cinco mujeres.
Alrededor de las 21:30 comenzó a sonar “Of War and Sorrow”, una canción instrumental que avisaba el comienzo del show de Wind Rose. Este grupo italiano se caracteriza también por presentar un concepto muy marcado y peculiar: el drwarf metal, o metal enano.
Fusionando el power y el folk metal, este estilo único está inspirado en la fantasía y la mitología, particularmente en el universo de J.R.R. Tolkien, que incluye obras como “El hobbit” y “El señor de los anillos”. Esta temática no se ve solo reflejada en las letras de las canciones sino también en la apariencia de los miembros de la banda, que evocan con sus vestimentas la imagen de los enanos de la Tierra Media.
“Hoy no es un simple concierto, hoy escribimos la historia del dwarf metal” aseguraba el cantante Francesco Cavalieri, inaugurando el set list que abrió con “Army of Stone”, una canción con muchos elementos del folk y llena de carga bélica que transporta al oyente hacia la batalla en donde resurge la grandeza del reino enano y su ejercito de piedra.
Como es característico en el género, la banda no escatimó en demostrar el virtuosismo de sus músicos. Desde los rápidos y precisos solos de guitarra de Claudio Falconcini hasta los elaborados arreglos orquestales de Federico Meranda en los teclados, junto con una contundente base de la mano de Cristiano Bertocchi en el bajo y Federico Gatti en la batería, cada miembro mostró un dominio instrumental impresionante.
Las canciones del grupo narran historias heroicas, batallas gloriosas, reinos lejanos y aventuras legendarias, tocando temas como la valentía, la camaradería, y la lucha contra las adversidades. Además, el poder de los coros y los arreglos orquestrales le agregan todavía más épica y grandiosidad al asunto. Durante la noche, Wind Rose interpretó casi en su totalidad su último álbum “Warfront”, lanzado en 2022. De este disco sonaron “Fellows of the Hammer”, “The Battle of the Five Armies” y “Together We Rise”, entre otros.
El punto cúlmine llegó con “Diggy Diggy Hole”, una adaptación de la canción del juego Minecraft que lanzaron en su disco “Wintersaga” de 2019 y que se volvió un himno para sus seguidores. En este momento, el sentimiento de camaradería de la que tanto habla la banda quedó en evidencia con el público saltando y levantando sus espadas y martillos pertenecientes al videojuego dando lugar a un momento de celebración compartida.
Antes de dar comienzo al cierre con “I Am The Mountain”, Francesco se tomó un momento para dirigirse al público y hablar sobre la depresión, algo que él mismo confiesa haber padecido. Con un tono sincero y empático, se solidarizó con todos los que sufren de esta condición, asegurándoles que mientras formen parte de su familia de drwarf metal, siempre tendrán un lugar de pertenencia y apoyo.
Esa noche en Uniclub se presentó material para todos los gustos y tanto Dogma como Wind Rose, a pesar de ser notoriamente diferentes, fueron apreciados con gran entusiasmo. Su debut en nuestro país fue sin dudas memorable, y ambas bandas continúan haciéndose lugar en la escena del metal: las monjas de Dogma están decididas a sumar devotos con su próximo side show el 28 de julio, también en Uniclub, mientras que los italianos Wind Rose ya está lanzando nuevo material en busca de compañeros de armas que se unan a ellos en sus épicas travesías musicales.
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